Ernest Hemingway. Muerte en la Tarde.
Ensayo / noviembre 8, 2010

Editorial Planeta, 1977. 258 páginas. Tit. Or. Death in the afternoon. Trad. Lola Aguado. Estudio sobre los toros Acepté con entusiasmo este regalo de mi amigo Ignasi porque Hemingway es mi asignatura pendiente. NO he leído casi nada suyo. Esperaba encontrarme una novela de ambiente taurino pero me equivocaba completamente. Es casi un ensayo sobre el mundo de los toros, mitad orientado a un posible público que sólo conozca la fiesta de oídas, mitad análisis y estudio de los toreros del momento. Reseño esto en plena polémica sobre la prohibición de los toros en Cataluña. Polémica que me trae al fresco porque no soy ni pro ni anti taurino. El espectáculo me aburre tanto como un partido de fútbol, pero tampoco soy especialmente sensible a la tortura del toro. En los extractos del final les dejo una justificación de Hemingway de la que entresaco este fragmento: Según mis propias observaciones, podría decir que se puede hacer de las gentes dos grandes grupos: los que, por hablar con el lenguaje propio de la psicología, se identifican con los animales, es decir, los que se ponen en su lugar, y los que se identifican con los seres humanos. Creo, por mi experiencia…

Manuel Mujica Laínez. Misteriosa Buenos Aires.
Cuentos / mayo 31, 2010

Editorial Planeta, 2001. 272 páginas. Escenario fantástico A veces los libros se le pierden a uno en la propia biblioteca. Ni sabía que lo tenía, estaba en la sección de leídos sin estarlo. Una revisión oportuna me ha permitido recuperarlo. El libro es una colección de relatos ambientados en Buenos Aires en diferentes épocas. Desde su fundación en 1536 hasta 1904. De corte fantástico la mayoría, algunos totalmente sobrenaturales, todos inscritos en acontecimientos históricos más o menos reconocibles (en mi caso la mayoría menos, por ignorancia). La calidad es desigual pero en general aceptable. Mujica Laínez no es un escritor que me entusiasme, pero de vez en cuando acierta de pleno y hay tres o cuatro cuentos bastante buenos. Me hicieron gracia las peripecias en primera persona del libro Pablo y Virginia, con sus sufrimientor porque casi nunca lo leen entero y su temor a permanecer virgen. Me llenaron de ternura El ángel y el payador y confieso que lloré -nenaza que es uno- con El hombrecito del azulejo. En conjunto merece la pena y no es difícil de encontrar. Descárgalo gratis: Mujica Láinez, Manuel – Misteriosa Buenos Aires.pdf (Te hará falta el programa EMule) Extracto:[-] Acaso fuera la edad,…

José María Eça de Queiroz. La ilustre casa de Ramires.
Novela / abril 14, 2010

Editorial Planeta, 1989. 336 páginas. Tit. Or. A ilustre casa de Ramires. Trad. Rafael Morales. Caída y ascensión Que mala fama ha cogido entre los intelectuales la novela del XIX. Hasta el punto de que no sólo está mal visto hacerla en el siglo XXI, sino que también alcanza a quienes fueron sus maestros. Una historia y unos buenos personajes y ya nos tienen enganchados con la lectura. Más que suficiente. La casa de Ramires está en decadencia. Gonzalo, último descendiente de tan linaje ilustre, no tiene la valentía que adornó a sus antepasados y les hizo distinguirse en numerosas batallas. Aspira a un puesto de diputado y para ello cometerá todo tipo de bajezas morales, mientras escribe una novela histórica de las hazañas de sus antepasados que contrastan con su cobardía. El protagonista no es un héroe, es cobarde, falta a su palabra… pero no es malo. Tiene buen corazón y se le coge cariño. No es de extrañar, porque es un trasunto del propio Portugal. El autor parece decirnos que aunque Portugal está en decadencia, todavía conserva sus virtudes bajo una aparente cobardía, y que con un poco de ánimo se podrían recuperar los viejos tiempos. Los personajes…

Gonzalo Torrente Ballester. Los años indecisos.
Novela / marzo 3, 2010

Editorial Planeta 1997. 236 páginas. Primeros pasos Creía tener devorado todo de mi admirado Torrente Ballester pero no; encontré por dos euros este libro que no recordaba haber leído y así era. Mirando en la wikipedia veo que hay otros que irán cayendo cuando las bibliotecas sean propicias. Un joven que aún no tiene 20 años se inicia como escritor y periodista. Le han ofrecido un puesto mal pagado en Asturias y no acaba de decidirse, pero una conversación con su padre le anima a ello. De ahí viajará a Madrid, de vuelta a la casa materna y otra vez a Madrid, colaborando con mayor o menor fortuna en diarios de no mucho postín. En el camino, el retrato de una serie de personajes y de amores que se cruzan en su camino. Algo tiene que haber de autobiográfico porque los pasos iniciales del aspirante a periodista coinciden con los del propio autor, pero no del todo, claro. No coincido con la contraportada que afirma que es uno de los más indiscutibles logros de su larga y brillantísima carrera, pero nunca hay que tomarse en serio estas cosas. No me ha parecido uno de sus mejores libros pero el oficio…

Patricia Highsmith. Once.
Cuentos / febrero 8, 2010

Editorial Planeta, 2001. 190 páginas. Tit. Or. Eleven. Trad. P. Elías. Angustia Titular un libro de relatos once porque tiene once cuentos no es muy original, pero me sirve para cumplir con el apartado de cuatro letras del reto 2010. Ya comenté la sorpresa que supuso la lectura de Catástrofes, así que he seguido con los siguientes cuentos: El observador de caracoles Los pájaros a punto de emprender el vuelo La tortuga de agua dulce Cuando la escuadra llegó a Mobile En busca del Tal o cual Claveringi Gritos de amor Señora Afton, entre tus verdes laderas La heroína Otro puente por cruzar Los bárbaros La pajarera vacía Que quizá no me han impactado tanto pero cuya calidad no puede cuestionarse. Cuando la escuadra llegó a Mobile es una obra maestra. La obsesión por los caracoles en El observador de caracoles y En busca del Tal o cual Claveringi no puede sorprender, ya que su viscosidad los hace aptos para relatos tenebrosos. El terror que nos provoca una aparente buena chica como la protagonista de La heroína puede hacer que miremos con desconfianza a todo el mundo, y el animal misterioso de La pajarera vacía puede ser una alegoría de…