Destino, 1974. 290 páginas. Historia de David Fuentes, que a través de capítulos en desordenada cronología nos va desgranando sus experiencias con la vida desde su ritmo lento, que no encaja con las situaciones cotidianas de tener un empleo, una novia… Carmen Martín Gaite ha estado muy invisibilizada por la sombra de su marido, y, aquí entre nosotros, prefiero una novela como ésta a la tan premiada El Jarama. Bien construída, con su punto de experimentación pero sin pasarse, podría definirse como una novela psicológica en la que asistimos al derrumbe del protagonista, que uno piensa que bien diagnosticado podría haber tenido mejor pronóstico. Uno acaba dejándose mecer por la lentitud de la idiosincrasia particular de un David condenado a no encontrar su sitio, salvo con seres marginales como él. Una buena reseña aquí: Ritmo lento Bueno. Hay mucha gente que no sabe aceptar la realidad ni contemplarla. Se pasan la vida de camino hacia ilusiones y desechan por defectuoso, apenas lo tocan, lo que no llegan ni aun levemente a penetrar. Así mi hermana, al hacerse mayor, ya no se acordaba del impaciente afán con que lo había deseado y no paró mientes en esta transformación más que para…
Destino, 2011. 366 páginas. Tit. or. Handy. Dreizhen geschichten in alter Manier. Trad. Carles Andreu. Después de leer 33 momentos de felicidad, que me encantó, leo este que incluye los siguientes relatos: En Línea Bolero en Berlín Milva, cuando aún era muy joven Calcuta Mr. Neiherkorn y el destino El escritor y la transcendencia Fe, amor, esperanza, número 23 Estonia, en el campo Incidente en El Cairo Los domingos por la tarde, ni literatura ni epifanías Enredos de Nochevieja Una noche en casa de Boris Y una historia más Que, por el contrario, me han dejado bastante frío. Están bien escritos, se dejan leer, pero están muy alejados del humor y la originalidad de aquellos. Aquí el autor nos cuenta situaciones que muchas veces no son más que anécdotas bien vestidas, que no van más allá. Hay un cuento Una noche en casa de Boris en el que en una cena los invitados van contando situaciones que han vivido, como en cualquier cena normal, y es la misma sensación que me ha dejado el libro. Y sí, nos lo pasamos bien en una cena con amigos contando historias, pero de un libro uno espera algo más que, en este caso,…
Destino, 1975. 288 páginas. Recopilación de artículos de Umbral, uno de los maestros del género que lo siguió practicando hasta el último momento. Siempre he dicho que no me gusta leer artículos, pero este libro lo encontré por la calle y, además, parece que estés leyendo un libro de historia. Porque son textos escritos a principios de los 70, cuando el franquismo estaba abriendo -poco- la mano sin saber que el final de la dictadura, y de una España en blanco y negro, estaba ala vuelta de la esquina. Y algo así se respira en este libro, como si el autor barruntara que vienen nuevos tiempos. Algunos son imposibles de entender sin contexto o búsquedas en la wikipedia, pero otros siguen siendo universales. Bueno. Aquí te cojo, aquí te mato. Pues no. Toda la educación sentimental de Oriente y Occidente es una ralentización. La ralentización amorosa no había llegado nunca a España. Don Juan tenía siempre demasiada prisa y no sabía lo que era eso. No digo yo que el señor Barrera de Irimo vaya a explicárnoslo también, porque no es materia de su ministerio, pero a lo mejor López Ibor nos ralentiza un poco, y eso que saldríamos ganando….
Destino, 2012. 324 páginas. Dietario del autor llena de reflexiones y anécdotas interesantes y divertidas. Disfruté muchísimo con su lectura, creo que no ha sacado más y es una pena. Muy bueno. 19.180 — Declara un policía que estuvo en el infierno de Atocha: —Los cadáveres despedazados impresionaban, pero lo que no olvidaré nunca son los timbres de sus teléfonos móviles. Efectivamente: los muertos ya descansan, el espectáculo terrible es el de la esperanza que tú sabes que va a ser defraudada. 19.198 — Cuenta Ridruejo en Casi unas memorias que durante la guerra Ramón Ruiz Alonso se ofreció a prestar sus servicios a Propaganda del Régimen y él lo sacó de su despacho con cajas destempladas por ser el responsable, o uno de los mayores responsables, de la muerte de García Lorca. Ruiz Alonso se excusó amparándose en la obediencia debida, pero Ridruejo hizo comparecer a Luis Rosales, que aguardaba tras una puerta y que confirmó formalmente la acusación. Ruiz Alonso tuvo tres hijas actrices y las tres tomaron otros apellidos para sus respectivas carreras teatrales. La cuarta hija se casó con un ciudadano americano y se fue a Las Vegas. La vida de Ruiz Alonso tuvo que ser…
Destino, 2008. 160 páginas. Colección de aforismos, reflexiones, artículos reducidos e incluso poemas sobre diferentes temas que tiene según la contraportada una fuerza desafiante y un estilo absolutamente personal y que recibió, además, el premio nacional de ensayo del año siguiente al de su publicación. Si hiciera falta una prueba más de la estulticia de quien escribe esta bitácora, de la ceguera ante las cosas buenas y acreditadas por todo el mundo, la tendríamos aquí. Porque salvo algunos (pocos) párrafos que he encontrado brillantes y vibrantes, el resto se me han deshecho entre las manos. Poca cosa he visto de sustancia, hasta el punto de que ni siquiera estaba en desacuerdo con lo que leía, porque nada despertaba en mí. El título y el poema con el que empieza, y el que cierra el libro, son sin duda excepcionales. Lo que está en medio me ha aburrido sobremanera. Como todo el mundo lo encumbra reitero que el fallo está en mi ceguera, porque yo no he visto nada de valor. No me ha gustado. Vendrán más años malos y nos harán más ciegos; vendrán más años ciegos y nos harán más malos. Vendrán más años tristes y nos harán más…