Planeta, 2020. 160 páginas. Incluye los siguientes relatos: La oscuridad es un lugar Calipso Marina Fun De pronto un diluvio Al mejor de todos nuestros hijos Los chicos juegan en el jardín La isla en el cielo El Hombre del agua Que se enmarcan dentro de la fantasí, rozando el terror, lo que se viene a llamar new weird, parecidos a los relatos de Kelly Link pero más oscuros. Una familia que huye de un delincuente y cuya hija encuentra a un extraño habitante del bosque, una niña que va a ser vendida a un prostíbulo que es más de lo que parece, un niño sirena, un pueblo que homenajea a sus hijos ilustres con un árbol en un parque… historias que en muchas ocasiones no tienen un cierre definitivo pero que te dejan con mal cuerpo. A mí, que me gusta que me sugieran más que que me cuenten, estos relatos que dibujan en pocas páginas un mundo sobrenatural y espantoso, sin dar demasiados detalles, me han encantado. No tenía muchas expectativas pero ha sido todo un descubrimiento. Una autora que merece mucho la pena. Muy bueno. La niña se había quedado dormida con la cabeza apoyada en él…
Planeta, 2023. 254 páginas. Once relatos sobre el imperio más vasto que nunca existió. El relato que abre el libro apunta a que lo que se cuenta viene después de alguna catástrofe de nuestra civilización y el que lo cierra lo confirma por completo. Así que se podría decir que, de alguna manera, estamos ante una serie de relatos postapocalípticos. Pero el núcleo de la historia se basa en los juegos de poder, como los gobernantes pasan pero el imperio permanece, relatos sobre seres humanos que transitan como pueden los devenires de su época. Porque estamos ante un libro de lo que podríamos definir como historia-ficción, narraciones sobre algo que pudo haber sido pero no fue pero que es totalmente creíble. Me ha recordado a Juego de Tronos, que también toma elementos de la historia y los utiliza a placer, pero sin la fantasía y la épica. Hay relatos magníficos, como Acerca de ciudades que crecen descontroladamente o Retrato de una emperatriz. Hay ecos de Shakespeare. Hay belleza y ternura. Hay una gran escritora que no tiene el reconocimiento que merece. Muy bueno. Dijo el narrador: —Con muchos nombres la llamaron y muchos orígenes le pretendieron y todo era mentira….
Planeta, 2014. 164 páginas. Buscaba libros de fotografía de Joan Guerrero y me encontré esta maravilla donde los textos están a cargo de Pérez Andújar. Si juntas a dos genios para hablar de la inmigración, antigua y moderna, el resultado solo puede ser una obra maestra que denuncia y conmueve. He disfrutado con cada página, cada reflexión de Pérez Andújar y cada fotografía de Joan Guerrero, que las tiene muy buenas (como la de la portada, magnífica). Es una pena que las que más me gusten estén a doble página y sean difíciles de escanear, pero busquen al autor en google, que hay mucha documentación. Los inmigrantes de antes dejan paso a los nuevos, pero siempre hay extrarradios, existen márgenes, pisos donde se hacinan los pobres, que cambian de rostro pero son siempre los mismos, expulsados de un sistema que los necesita para mantenerse, pero a la distancia adecuada. Seres que están vivos pero no existen hasta que no tengan un sello en unos papeles, que transitan por las calles sin aprobación oficial, que hacen filas interminables para ser reales, en un proceso en el que incluso Kafka se hubiera rendido. Un libro imprescindible. Guerrero cuenta la historia de un…
Planeta, 2023. 224 páginas. La humanidad ha tenido que dejar la tierra atrás y vivir en extrañas cápsulas en otro planeta. Se comunican mediante realidad virtual y viven en parejas perfectamente compatibles. Pero Valentina empieza a tener sueños sobre otra vida en la tierra, sueños que se van haciendo cada vez más reales. Una historia redonda, de un dibujo de línea clara realmente hermoso, con su contraposición de los colores ocres de la historia que transcurre en la tierra y los azules de la burbuja planetaria. El desenlace, triste y conmovedor. Muy bueno.
Planeta, 2021. 180 páginas. Crónicas periodísticas que podrían pasar por relatos sin ningún cambio. Retrato de situaciones al margen escritas con una prosa barroca que nada tiene que envidiar a Lezama Lima, aunque las imágenes que maneja se muevan en diferentes coordenadas. Las saunas, las peluquerías de barrio, los incendios de discotecas, los marginados, todos se dan cita en estos textos que levantan acta de una realidad que existe aunque no se quiera ver. Afirma Monsivais en el prólogo que Lemebel camina en el filo entre lo excesivo y la prosa poética. No creo que el autor las escribiera con eso en mente, más bien parece una manera natural de escribir, aunque esté recargada de artificios, metáforas, imágenes arriesgadas y densidad, una densidad de humo, sudor de discoteca, pegajosa como los fluidos corporales. Una escritura libre y arriesgada con frases luminosas y afiladas que nos van pegando picotazos y arañando la piel. Para degustar poco a poso. Muy bueno. Que la música y las luces nunca se apaguen, que no lleguen los pacos pidiendo documentos, que nada ocurra esta noche mágica que parece año nuevo. Que siga el dancing y las piscólas locas corriéndose mano en el rincón. Por eso…