Lengua de Trapo, 1988. 220 páginas. Luis Alberto López era un sexador de pollos que, tras asesinar a un compañero de trabajo con un martillo, es recluido en un psiquiátrico. Desde allí nos cuenta el transcurso de una revolución que acaba en violencia, mezclado con los recuerdos del por qué ha llegado hasta allí. La editorial Lengua de trapo se especializó en este tipo de libros, herederos del humor de La conjura de los necios y este es un buen ejemplo. Humor negro, situaciones absurdas con mucha mala leche que funciona de manera excelente porque quien cuenta las cosas es un interno, y es incapaz de darse cuenta, al retratar su vida, de hasta que punto se desnuda. La mezcla de sensatez y locura del protagonista le permite al autor hacer una crónica a la vez lúcida y disparatada. Un problema que el comenta en el texto: Yo no soy tonto. Yo me callo muchas, pero no soy tonto. Eso es lo peor. Cuando se es tonto, no es que no se sufra; no, sufrir se sufre siempre. Pero cuando no se es tonto, se acaba sufriendo dos veces por lo mismo. Primero porque lo ves venir, y luego porque…
Lengua de trapo, 2010. 300 páginas. Trad. Kirsti Baggethun y Asunción Lorenzo. Volumen que recopila todos los cuentos de este escritor noruego, no pongo el listado porque es bastante largo. Prologado por Fogwill que falleció poco antes de la publicación del libro. El orden lo decidió él y en vez de escoger uno cronológico o por los aparecidos en diferentes libros ha decidido mezclarlos. No es difícil saber de qué libro procede cada cuento, porque hay temáticas que se repiten (el anciano gruñón, la pareja que sobrelleva sus infidelidades, el costumbrismo de reverso oscuro…). Me han gustado, sobre todo, los del anciano, muy potentes en su brevedad y su mala leche. Que si no es un trasunto del autor al menos seguro que comparten manías. Pero todos tienen un aire de realismo sucio a lo noruego que le da un sabor especial. No conocía al autor y me ha sorprendido su extraordinaria calidad. Aquí también ha gustado: Cuentos. Me da rabia que de un tiempo a esta parte, cuando busco información sobre un libro, solo encuentro lo que busco (otra bitácora que lo reseñe) a partir de la tercera página. Muy bueno. El punto de apoyo Hace unos meses vino…
Lengua de trapo, 2006. 128 páginas. Segunda parte (relativa) de aquel libro infierno y como indica su nombre se dedica a purgar su vida haciendo un repaso sobre los siete pecados capitales que ha podido cometer. Si en el infierno tenía al diablo como interlocutor en esta ocasión es su sombra la que le va señalando sus errores y el autor-protagonista va justificándose y reflexionando acerca de los diferentes temas que van surgiendo. Una especie de terapia en clave de ficción que interesa aunque no sea del todo cierta, y que provoca, por mímesis, pensamientos similares en el lector, o al menos así ha sido en mi caso, con un proceso de purga paralelo. No me ha gustado tanto como el primero pero tiene su aquel. La pena es que no podré leer el tercero, que cierra la trilogía, El árbol del paraíso, porque no está en ninguna parte. Bueno. Como el escritor que se afana por destacar, por ser «alguien», por desmarcarse de la grey (egregio, que debería ser sinónimo de marginado o antisocial, se ha convertido en un elogio). En nuestra sociedad competitiva se habla despectivamente del rebaño y de la manada, emblemas de la solidaridad (piensa en…
Lengua de trapo, 2021. 112 páginas. La protagonista rememora, desde sus cuarenta años, el impacto que tuvo en su mejor amiga los atentados del 11M, su paulatino descenso en la depresión, dejando atrás la chica alocada que era, y cómo fue su comportamiento en esos días, que volverán a ser cercanos de nuevo. Lo venden como episodios nacionales por el tema de los atentados del 11M pero estos no dejan de ser un telón de fondo para el verdadero meollo de la trama, la relación tóxica entre dos amigas, con escenas crudísimas y brutales, que me han recordado a (y no es casualidad que la autora fuera la prologuista de) Panza de burro. Sabina escribe muy bien, y aunque me da la impresión de que al libro le sobrevuela un cierto aire de encargo se lleva la historia a su terreno y me confirma lo que llevo mucho tiempo pensando; que la literatura escrita por mujeres es muchísimo más cruda y desgarradora que la escrita por hombres. Muy bueno. No recuerda el concierto. Se da cuenta ahora, casi con cuarenta años, de que recuerda menos cosas de las que pensaba que recordaba. Remueve un fondillo de café intentando disolver el…
Lengua de trapo, 1999. 252 páginas. Sofian llega a Pucallpa como Pedro Páramo a Comala, buscando noticias de su padre que un abogado tiene intención de darle. Pero allí se ve envuelto en un ambiente asfixiante que le llevará a un descenso al embrutecimiento del alcohol y las drogas mientras intenta olvidar a un antiguo amor y tendrá que gestionar los descubrimientos que va haciendo. Se me hizo eterno. No me interesaron nada las andanzas del protagonista ni sus problemas. Los personajes secundarios tampoco. Alguna escena se salva de aquí y de allá, pero en general me costaba avanzar entre el bosque de autocompasión del protagonista que más que alcohol necesita una buena hostia. Y mira que escribe bien la autora. El pueblo, asfixiante, está muy bien retratado. Una pena que lo que cuente no me haya despertado ni la más mínima curiosidad. No me ha gustado. La gente se aglomera alrededor de Sofian. Algunos dicen que está tan borracho que se ha desmayado. Un vulgar borracho, dice el dueño, pasaba los días en el bar. Sus ojos están sellados y guardan el secreto del límite entre la mentira y la verdad, el juego y la caída. Avisan a Angela,…