Juan Eduardo Zúñiga. Brillan monedas oxidadas.
Cuentos / julio 31, 2017

Círculo de lectores, 2010. 152 páginas. Incluye los siguientes relatos: La fuerza del vendaval agitaba las cortinas como un gran pájaro… El festín y la lluvia Jazz session Agonía bajo el manto de oro La gran mancha verde El ramo de lilas Has de cruzar la ciudad Se olvidan tantas historias de orgullosa pasión y de rebeldías… La mujer del chalán El campanero de San Sebastián Conjuro de marzo El molino de Santa Bárbara Interminable noche de los miedos SUS VIDAS ERAN DEMASIADO IGUALES… No llegará el sobrino de Praga Lejano amor soñado El bastón de Lula Luzán París, última decisión Y aunque el escritor maneja muy bien el lenguaje, las historias en escasas ocasiones han llegado a emocionarme. El primer relato El festín y la lluvia, un grupo de gente atrapado por las malas condiciones en un hotel en la montaña, me ha gustado por su ambientación y el personaje de la muchacha. MI preferido Has de cruzar la ciudad, pequeña odisea de una repartidora de Pizzas en su periplo nocturno. Algunas historias me han parecido excesivamente banales. Bien construidas, pero sin alma. Aquí lo reseñan muy bien, detallando la trama de los cuentos: Brillan monedas oxidadas (Juan Eduardo…

Zeina Abirached. El juego de las golondrinas.
Cómic / julio 28, 2017

Sins entido, 2009. 188 páginas. Tit. or. Mourir partir revenir. Le jeu des hirondelles. Trad. Lucía Bermúdez Carballo. Cuando el primer libro que lees de una autora te enamora de una manera especial tienes ansia de leer otras cosas suyas y miedo de que la primera joya sólo fuera una casualidad. Así encaraba la lectura de este juego de las golondrinas después de mi deslumbramiento con El piano oriental. Beirut está en guerra. Sólo un pequeño cuarto de un piso del bloque de edificios es el sitio más seguro cuando están bombardeando la ciudad. Allí, mientras dos niños esperan a sus padres, se van juntando los vecinos de la escalera, hablando, recordando historias, conjurando a la muerte. Si el piano era bueno, estas golondrinas son aún mejores. Suman a la gran calidad gráfica de la autora, a su talento para contar historias, a su ternura desbordante, un trasfondo trágico que logra asomar incluso a través de las ilustraciones de trazo naif de la autora. Corran a leer algo de Abirached, no tarden tanto como yo en descubrirla.

Yasutaka Tsutsui. Hombres salmonela en el planeta porno.
Cuentos / julio 27, 2017

Atalanta, 2010. 184 páginas. Trad. Jesús Carlos Álvarez Crespo. Incluye los siguientes relatos: El bonsái Dabadaba Rumores sobre mí El límite de la felicidad El mundo se inclina El último fumador Hombres salmonela en el planeta Porno Un libro con semejante título por fuerza llama la atención. El autor es muy conocido es Japón y sus cuentos han servido de guiones a varias películas -algunas las conocía. Se incluye una entrevista al final que proporciona información interesante. Sólo un cuento no me ha gustado, El mundo se inclina, tanto por la historia como por cierto olorcillo machista. El resto no tiene desperdicio, aunque mi preferido es el primero. Un bonsai provoca sueños eróticos en quien lo tienen en la habitación y estos se irán intrincando con la realidad hasta llegar a un desenlace digno de Borges. El límite de la felicidad es capaz de dejarte mal cuerpo. En Rumores sobre mí un don nadie acapara la atención de los medios de comunicación. En El último fumador la presión sobre los fumadores llega a extremos de violencia -y no va muy desencaminado. El que cierra el volumen, sobre unos científicos que investigan un planeta donde todas las especies provocan placeres e…

Alberto Olmos. A bordo del naufragio.
Novela / julio 26, 2017

Anagrama, 1998. 174 páginas. Un joven universitario arrastra su angustia de perdedor por las calles de Madrid. La huída el pueblo no ha resultado ser lo que esperaba. Esta novela fue finalista del premio Herralde perdiendo frente a lo que probablemente sea una de las grandes obras del siglo XX, Los detectives salvajes. Mucho contra lo que competir. Alberto Olmos escribe muy bien, incluso entonces cuando era joven. Pero no es suficiente para sostener una historia que no lleva a ningún sitio. Los soliloquios de esta vida gris apenas en ocasiones despiertan interés. La novela El síndrome de Ulises tenía una prosa mucho peor y los personajes acartonados, pero por lo menos el protagonista follaba. Aquí no se hace ni unas pajas. En la contraportada nos dice que está lejos de la juventud crápula, y a la mitad del libro te gustaría que no fuera así. Me dio una pereza infinita acabarlo. Pero ojo, que el autor tiene libros que están muy bien. ¿Qué vas a hacer? Puedes hojear libros, qué otra cosa si no. Eres el gusano de las bibliotecas. Entras en ellas como en una manzana, dispuesto a comértelas por dentro. Y nunca quedas saciado. Lo curioso es…

Pola Oloixarac. Las constelaciones oscuras.
Novela / julio 25, 2017

Mondadori, 2016. 240 páginas. Historia que mezcla hackers, virus, asociaciones gubernamentales secretas, extraños insertos decimonónicos que nos hablan de extraños seres mitad animales, mitad plantas, visiones de un futuro donde la biología y la informática se darán la mano… Tenía ganas de ver por donde evolucionaba la autora después de Las teorías salvajes, que me gustó pero no me acabó de convencerme. Y lo que opinaba entonces sigo opinando ahora: páginas memorables, buena prosa, pero la estructura no me acaba de convencer. Viendo que la historia se repite puede ser que estemos en la post-narración y yo no me haya enterado. Sobre los conceptos de qué se hablan en el libro y la posibilidad de ciertas interacciones biologicocomputacionales pues habría mucho que hablar. Algunas cosas tienen sentido pero otras ninguno. Los libros de esta autora me siguen pareciendo interesantes. Otro grupo de testosterona eran los alpinistas, esquiadores, escaladores, convocados por el paraíso resurgente de bosques húmedos y ríos serpenteantes de truchas, lagos interminables y bosques de coniferas. Aunque pertenecían a grupos diferentes que se intersectaba poco, el atuendo montañés, el aire patagónico de hombres rurales, los volvía muy parecidos. Según su teoría personal, los grupos de testosterona concentrada terminaban disolviendo…