Grijalbo, 1977. 340 páginas. Tit. or. The use and abuse of history. Trad. Antonio Pérez-Ramos. Recopilación de artÃculos de Moses I. Finley, helenista de prestigio que tuvo que marcharse de su paÃs por culpa del macartismo y cuyas contribuciones a la historia han sido de importancia capital en muchos campos. Aquà no tenemos un eje temático y lo mismo nos encontramos con artÃculos que nos hablan de una posible constitución ancestral ( o carta de leyes) entre los griegos o del Esparta, como otros que entran en cuestiones metodológicas como la influencia de los descubrimientos arqueológicos en la investigación histórica y la necesidad de realizar un análisis de los datos. Es un poco más duro de leer que otros del autor porque los destinatarios de los artÃculos no son el público general sino otros historiadores, pero se puede leer sin problemas. Muy bueno. Lo que les faltaba era el interés: tal es el enorme abismo que se abre entre su civilización y la nuestra, entre su visión del pasado y la de la contemporaneidad. Por lo que toca a la evidencia literaria, se nos ocurre el ejemplo contrario. TucÃdides y sus contemporáneos conocÃan el corpus Ãntegro de la poesÃa lÃrica…
Editorial Ariel, 1975. 300 páginas. Tit. Or. Aspects of antiquity. Trad. Antonio Pérez-Ramos. Seguimos con fragmentos de esta obra. El origen del cosmopolitismo con Diógenes: Pero a continuación viene el punto que Diógenes acometió con demasiada energÃa y en el que llegó demasiado lejos. Al preguntarle de dónde era, respondió. Yo soy un ciudadano del mundo, lo que en lengua griega se expresa con un solo vocablo: Kosmopolités. Diógenes acuñó tal palabra y, con ello, volvió la espalda a siglos enteros de historia helena. HabÃa sido un axioma entre los griegos que su superioridad descansaba en el hecho de ser ciudadanos de ciudades libres, ya fuera de Atenas, Corinto, Tebas o Siracusa. Sócrates prefirió morir antes que abandonar su polis. Platón aborrecÃa el modo en el que Atenas se gobernaba y proponÃa reformas radicales, pero todas ellas iban dirigidas a una ciudad aislada y autónoma. Incluso Aristóteles, a pesar de las conquistas de su discÃpulo Alejandro, afirmó que ninguna polis estarÃa bien gobernada si sus ciudadanos eran tan numerosos que no se conocÃan entre sÃ, o su tamaño tal que la voz del heraldo no «podÃa oÃrse de un lado a otro. Diógenes dio al traste con todo esto, juzgando…
Editorial Ariel, 1975. 300 páginas. Tit. Or. Aspects of antiquity. Trad. Antonio Pérez-Ramos. El mundo antiguo Segundo libro que leo de Finley, autor que cada vez me gusta más. Si La grecia antigua a pesar de su tono divulgativo abordaba aspectos relativamente técnicos en este libro los artÃculos son más generales y en consecuencia -al menos para mÃ- más disfrutables. Ha sido un libro que me ha dado pena acabar y que me reafirma en seguir leyendo las obras del autor. He seleccionado multitud de fragmentos, que voy a publicar en dos partes. Empezamos con la afirmación de que la tradición funciona en los dos sentidos: PodrÃase, se sostiene, compartir parte de la experiència de un publico ateniense del siglo v que asistiese a una representación del Edipo, incluso si no se cree, hablando con rigor, en los orà culos o en «la perversidad divina que satura la tragèdia helena». Las diferencias ideológicas, sin embargo, no agotan nuestras dificultades. Leemos (o vemos) a Sófocles, después de haber leÃdo (o visto) a Shakespeare, y miramos una escultura arcaica griega con ojos y mentes que tienen experiència de Miguel Àngel y de Henry Moore. La gran tradición comporta dos direcciones. Como dice el…