Norma, 2017. 120 páginas. Regalo sorpresa de estas navidades. Yo conocÃa, como lector del vÃbora, su obra de Los primos del parque, pero aquÃ, retratando la historia de sus abuelos desde los problemas de la guerra civil y los años todavÃa peores de la posguerra alcanza una madurez que no le conocÃa. Tras escapar de Melilla por haber simpatizado con la CNT, Isabel llega a Barcelona, en plena guerra. Formará una familia con Jaime, soldado del ejército republicano. Tras la guerra consiguen sobrevivir y se dedican a recoger y vender cristales y botellas. Poco a poco van saliendo adelante. Es un tópico decir que se ha escrito mucho sobre la guerra civil, o que hay muchas pelÃculas. Yo soy de los que opinan lo contrario. Y estos cómics, como El ala rota, que narran lo que pasó en este paÃs durante una guerra cruenta e incivil y una posguerra llena de miseria y humillación, son imprescindibles. Muy bueno.
Norma, 2016. Una historia excelente, muy bien contada y dibujada, de un erotismo candente, que sabe huir de excesos y tópicos y que me ha encantado. No cuento más de la trama porque hay que irla descubriendo poco a poco, pero el tÃtulo con dislexia es una pista. Hay viñetas, encuadres, que son sexualidad pura. Fascinante.
Norma, 2016. 264 páginas. Tras el éxito de El miedo a volar, donde explicaba la historia de su padre, que se suicidó en la residencia, Altarriba nos muestra aquà la vida de su madre. Dos visiones de una época de miseria económica y moral, donde no era fácil sobrevivir. Su padre estuvo a punto de matarla nada más nacer, por considerarla culpable de la muerte de su madre. Sólo le rompió un brazo, que ya no recuperó la movilidad. Una infancia desgraciada, sirvienta de sus padres y hermanos. Una vida al servicio de los demás, soportando necesidades económicas, desplantes y humillaciones. El guión es -quizás- menos emotivo que en el cómic anterior, pero aprovecha para ilustrarnos sobre los opositores que el régimen de Franco tenÃa en su seno; conspiradores monárquicos que acabaron mal. El dibujo de Kim se aleja de su estilo habitual de El jueves y es, en mi opinión, cualitativamente superior al primer álbum. Un dÃptico imprescindible.
Norma, 2016. 220 páginas. Gylfi ha traicionado a su amigo y busca redención viajando a Asgard, donde ya estuvo una vez. Lo que no esperaba era encontrarse con el Ragnarok, el fin del mundo, en el que, sin quererlo, tendrá un papel protagonista. Hasta los dioses pueden morir. Pensad en ello. MagnÃfica combinación de un guión muy bien estructurado y poético con unos dibujos que se salen del papel. Ya GarcÃa y RubÃn habÃan dejado el listón alto con aquel Beowulf, pero estos dientes de la eternidad son incluso mejores. También queda tiempo para los combates épicos entre las fuerzas del bien y del mal, reflexiones sobre el destino y el valor de la amistad. Sobrecogedor. Imprescindible. PoesÃa escrita y visual.
Grupo editorial Norma, 2006, 2008. 178 páginas. Trad. Luz Freire. Edición: Maximiliano Tomas. Segunda parte de la primera (reseñada aquÃ: Cuentos breves para leer en el bus). La extensa lista: Alexander Afanasiev, La ciencia mágica Leonid Andréiev, El gigante Ambrose Bierce, Recuerdo de un naufragio Antón Chéjov, En la oscuridad Kate Chopin, Arrepentimiento Stephen Crane, Con la cara hacia arriba Rubén DarÃo, Huitzilopoxtli Franz Kafka, El silencio de las sirenas Baldomero Lillo, La compuerta número doce Jack London, El diente de ballena Joaquim MarÃa Machado de Assis, Misa de gallo Katherine Mansfield, El viejo Underwood Guy de Maupassant, El ladrón O. Henry, Una tragedia en Harlem Edgar Allan Poe, El diablo en el campanario Saki, La reticencia de Lady Anne Marcel Schwob, La peste Henryk Sienkiewicz, Sachem Frank R. Stockton, ¿La dama o el tigre? Mark Twain, El disco de la muerte Destaco el de Kate Chopin por salirse un poco de nombres clásicos (lo dejo al final). Lo que dije para la primera parte vale para la segunda. Buena selección a muy bajo coste (seis euros). Veo que son reediciones de una editorial argentina. Lo sigo recomendando. De la primera parte hay muchas reseñas, de esta muy pocas, aquÃ…