Cátedra, 1981. 168 páginas. A pesar del éxito del que disfrutó en su momento la posteridad no se ha portado muy bien con Carlos Arniches. Con razón, creo yo, porque es un autor algo menor, con una visión del mundo un tanto reaccionaria y cuya prosa no ha envejecido tan bien como las de otros contemporáneos suyos. Pero eso no es razón para negarle reconocimiento: tenía un ojo excelente para el retrato, se ocupó de describir unas clases bajas a las que poca gente hacía caso y tenía un verdadero talento para los juegos de palabras -algo que ahora ha jugado en su contra. Los sainetes que aquí se recogen son de una calidad excelente. Valle-Inclán decía que era uno de sus autores preferidos y en estas páginas se puede detectar que hubo influencia, aunque la prosa de don Ramón pertenece a una esfera muy diferente. Pero Arniches en ocasiones también roza la perfección, el parnaso de las obras merecedoras de ser recordadas. Valga como ejemplo La pareja científica, del que dejo un fragmento y que es para quitarse el sombrero. Muy bueno. El Sardina.—Hombre, ésas son cosas de la juventud. Seña Angustias.—Cosas de cafres… Si tuvíás tú un hijo…
Cátedra, 2015. 246 páginas. Como bien indica en la introducción ni es una recopilación de chistes ni una historia de lo cómico. Es un ensayo bien documentado acerca de qué ha significado el humor en diferentes momentos de la historia, su utilización en contra del poder o su uso en contra del otro, del diferente, del raro. También cuales han sido sus límites o cómo ha sido censurado. Lo bueno es que tiene reflexiones tan interesantes que te gustaría que tuviera 400 páginas más. Lo malo es que no las tiene. Incluye escándalos recientes, como los tweets de Zapata o los atentados contra Charlie Hebdo. El texto de Brassens, tan cantado en la transición democrática española, plantea una rebelión individual contra las ideas impuestas por el poder pero también frente a las masas que siguen ese poder. El gran problema de las vanguardias en el siglo de las masas es que van contra el poder que manipula a dichas masas pero no pueden evitar la risa que les provocan las multitudes enfervorecidas, el «rebaño» de Brassens. Durante este periodo, 1870-1970, la izquierda y la derecha se reirán de algo parecido: el «populacho» que obsesiona a la ironía conservadora y el…
Cátedra, 2014. 516 páginas. Incluye los siguientes relatos: Nilo María Fabra, Cuatro siglos de buen gobierno José Martínez Ruiz, Azorín, El fin de un mundo Tomás Salvador, Polizón a bordo Domingo Santos, Gira, gira Gabriel Bermúdez, La última lección sobre Cisneros Enrique Lázaro, La ciudad cuyo nombre era Llueve-muertos César Mallorquí, La pared de hielo Juan Miguel Aguilera, El bosque de hielo Elia Barceló, Mil euros por tu vida José María Merino, El viaje inexplicable Juan Jacinto Muñoz Rengel, London Gardens La primera parte es una extensa introducción a la ciencia ficción como género, de lo más exhaustivo y claro que he leído en tiempos. También se habla de la historia de la ciencia ficción española. Pensaba que sería el típico prólogo infumable y ha resultado lo mejor del libro, junto con la extensa bibliografía final. Los relatos están bien escogidos, pero los que más me han gustado ya los conocía y los que no conocía no me han gustado tanto. Por ejemplo, los dos primeros, que tienen valor histórico, pero escaso valor literario. Merece la pena echarle un ojo. Julius Daonte observó por unos instantes los instrumentos y luego sonrió, casi tristemente. Latía en su gesto una extraña añoranza…
Cátedra, 2005. 454 páginas. En contra del uso general, la Zarzuela no es el género chico. Éste se caracteriza por tener una extensión limitada, habitualmente en un acto, orientada al ‘teatro por horas’. Podían ser obras musicales o sainetes. En este libro se recogen los libretos de algunas obras famosas con los habituales pies de página de la colección (orientada a un público estudiantil) que en este caso aclara más de una expresión de argot. De las obras escogidas aunque musicalmente prefiera ‘La revoltosa’ y ‘La verbena de la paloma’, en el caso del texto, que es el que nos ocupa, mis preferencias van para ‘Agua, azucarillos y aguardiente’, que tiene un inicio cómico espectacular. Al soneto me remito: Al botijo Desprecio del Japón o de la China el grandioso Tibor de porcelana, el vaso etrusco, el ánfora romana, y la tinaja griega o damasquina. Te canto a ti, que el agua cristalina sabes frigorizar sin pompa vana, expuesto en el balcón o la ventana a los besos del aura vespertina. Cuando mi boca en ti, bello cacharro, busca ardorosa el abundante chorro y con mis manos cálidas te agarro. Siempre encuentro propicio a mi socorro el caudal que refrescas…
Cátedra,2003, 2006. 198 páginas. Tit. Or. Zapiski iz podpolia. Trad. Bela Martinova. Me la recomendaron con el aviso, fundamentado -según parece- en Nabokov, de que es una obra que la gente odia o ama. Que es lo mejor o lo peor de Dostoievsky. La trama puede leerse en la wikipedia: Memorias del subsuelo.. La primera parte es un monólogo del protagonista en el que hace inventario de sus múltiples defectos. La segunda habla de su relación con una prostituta. A mí que me apunten entre los que aman la obra. Increíblemente moderna para estar escrita en 1864, y completamente diferente del resto de su obra (nada que ver con El Idiota, aunque levemente cercana a Crimen y Castigo). Ya le hubiera gustado a muchos escritores que han venido después poder trazar esa introspección psicológica, ese retrato de una miseria moral, con un lenguaje tan directo. Otras reseñas: Memorias del subsuelo – Fiodor M. Dostoievski y Fiódor M. Dostoievski – Memorias del Subsuelo Calificación: Muy bueno. Supongamos que se trata de una ley de la lógica, y puede que en absoluto sea cosa de ley humana. Posiblemente piensen que estoy loco. Permítanme errar. Estoy de acuerdo en que el hombre es…