El versus es un teatro atípico. El escenario está en el centro y a izquierda y derecha hay dos gradas donde se sientan los espectadores. No hay que romper la cuarta pared porque no existe. Esto les da más trabajo a directores y actores, porque tienen que pensar en actuar para los dos lados, pero también obliga a cambiar el concepto de espacio. Todo el mundo conoce el Tetris y muchos aficionados a la informática conocen el Wolfenstein, antecesor de todos los juegos de primera persona. Pues si se dan prisa podrán ver la adaptación teatral que Jordi Casanovas ha hecho de estos dos juegos. En el primero tendremos que saber encajar todas las piezas, mientras que en el segundo un programador informático, harto de que no valoren su trabajo (¿les suena?) se encierra en su piso tres semanas. Las representaciones acaban el 24 de junio y pueden verse los miércoles y domingos en sesión doble. La siguiente obra será City/Simcity y parece que la trilogía se volverá a representar. Una propuesta muy interesante en un teatro original.

El Musolari errante me envía un meme que ya había visto por la blogosfera; publicar el segundo párrafo de la página 139 del libro que estemos leyendo. Todavía ando con el de Antonio Machado, así que ahí va: Y al cabo, nada os debo; me debéis cuanto escribo a mi trabajo acudo, con mi dinero pago el traje que me cubre y la mansión que habito, el pan que me alimenta y el lecho donde yago. De su poema Retrato. Como siempre, no le paso el meme a nadie, aunque éste no es muy pesado.

Editorial Limes, 2006. 157 páginas. Tit. Or. Crossing. Trad. Luisa Resola, Daniel Pérez, Carlos Rodríguez, Begoña Minguito, Carmen Hevia. Cruzando la frontera A través del blog Comeclavos me llegó este libro, editado por Limes, una pequeña editorial (con blog propio) ganadora del premio Jóvenes editores del master en edición 2005-2006, organizado por el Grupo Santillana y la Universidad de Salamanca. Si hay que animar a los autores que empiezan, también tenemos que hacerlo con las editoriales que tienen que publicarlos. La historia nace de una noticia periodística; un grupo de inmigrantes ilegales muertos fue hallado en un furgón de tren. El libro reconstruye el infierno sufrido por los inmigrantes que se debaten entre una situación insoportable y los fantasmas del pasado que atormentan su conciencia. El calor no es el único responsable del ambiente de asfixia del vagón de tren en el que van muriendo los pasajeros. El autor acierta al no hacer una denuncia simplista de un hecho trágico. Los paisajes interiores de los protagonistas nos demuestran mejor que cualquier panfleto que los que mueren cruzando la frontera -cualquier frontera- no son simples números en una estadística. Piénsenlo cuando lean las noticias de muertos en pateras. ¡Se me olvidaba!…

Esta entrevista ya la colgué en otro blog, pero tratándose de uno de mis escritores favoritos no está de más seguir dándole publicidad. Como alguien ponía en los comentarios de la entrevista de Carpentier ésta es quizá la mejor entrevista de la serie. Da la impresión de que se trata de dos grandes amigos hablando de todo un poco. Todo un lujo: Ya habíamos hecho una reseña de los Cuentos completos (volumen 2), que no sé porque extraña razón últimamente se está llenando de trolls.

Seguimos con las entradas sobre tebeos. He asaltado la biblioteca de mi barrio y he encontrado algunas cosas bastante interesantes que me gustaría compartir con ustedes. El circo del desaliento y La tetería del oso malayo de David Rubín, del que descubro que tiene un blog:De tripas corazón. Relatos tiernos y desoladores con una estética propia. Muy buenos. El arte, conversaciones imaginarias con mi madre de Juanjo Sáez (cuidado al visitar su página que tiene música. Tanto se ha vendido este tebeo que tenía que leerlo. Tenía miedo de encontrarme algo gafapastoso, pero es todo lo contrario. Me ha gustado mucho. Superadas I y II de Maitena, que es lo suficientemente conocida para que no haga falta decir que me encanta. Extramuros, aventuras del capitán Torrezno de Santiago Valenzuela, tebeo que voy leyendo a salto de mata encontrándolo aquí y allá. Tiene sus propios valedores, así que no hace falta que lo defienda. También he estado leyendo Palomar de Beto Hernández, que me ha traído recuerdos de mis veinte años, cuando lo leía en las historias completas de El Víbora, David Boring de Clowes, Hellboy de Mignola y Batman de Miller. Y ahora voy a por más. Cuando ustedes lean…