Susie Hodge. 50 cosas que hay que saber sobre arte.
Ensayo / febrero 8, 2017

Ariel, 2012. 216 páginas. Tit. or. 50 art ideas you really need to know. Trad. Gemma Deza. No sé dónde vi recomendado este libro; la divulgación sobre arte parecía a priori interesante. Error. No es que el libro esté mal, es que va dirigido a un público que no soy yo. Son 50 secciones que describen y catalogan diferentes estilos artísticos. Se explica un poco el meollo del estilo, se citan a los autores más importantes, sin dar muchos detalles y se pone una frase final. Ideal para adolescentes que tengan que estudiar, pero totalmente insuficiente para quien quiera aprender un poco. De lo que me resultaba familiar no me ha gustado el tratamiento, y de lo que no conocía no me he enterado de nada. Mención aparte merece el material gráfico. No deben tener licencia para reproducir nada, así que lo poco que ponen no son obras relevantes. Hay casos sangrantes, como cuando hablan de Pollock y en lugar de mostrar un cuadro suyo muestran el de otra artista que homenajea al autor. Dejo muestra para que juzguen ustedes mismos, a mí no me gustó. Desde las alturas El nombre de «ukiyo-e» procedía de la sen’ sación de cernirse…

Claudi Alsina. Vitaminas matemáticas.
Ensayo / noviembre 11, 2013

Ariel, 2008. 286 páginas. Un estupendo libro de divulgación matemática que no entra en muchas profundidades. Seguramente me lo apunté por esta entrada de Sergio: ‘Vitaminas matemáticas’ de Claudi Alsina, otra buena reseña aquí: Vitaminas matemáticas. Son cien artículos pequeños divididos en cinco tipos de vitamina N, G, D, U y M (números, geometría, datos, utilidades y matemática). Píldoras que se leen de una manera fácil, ilustran y entretienen. El tamaño reducido hace que no sean muy profundos (casi parecen entradas de una bitácora), lo que lo hace ideales para el profano. De vez en cuando (sobre todo en la sección geométrica) desarrolla alguna demostración, para lo que se requiere mayor nivel o por lo menos tener las ganas de sentarse a pensar un rato. El abanico es notable, desde poemas (aquí uno de Gloria Fuertes): Números comparados Cuéntame un cuento de números, habíame del dos y el tres —del ocho que es al revés igual que yo del derecho—. Cuéntame tú qué te han hecho el nueve, el cinco y el cuatro para que los quieras tanto; anda pronto, cuéntame. Dime ese tres que parece los senos de cualquier foca; dime, ¿de quién se enamora ese tonto que es…

M. I. Finley. Aspectos de la antigüedad.
Ensayo / marzo 16, 2010

Editorial Ariel, 1975. 300 páginas. Tit. Or. Aspects of antiquity. Trad. Antonio Pérez-Ramos. Seguimos con fragmentos de esta obra. El origen del cosmopolitismo con Diógenes: Pero a continuación viene el punto que Diógenes acometió con demasiada energía y en el que llegó demasiado lejos. Al preguntarle de dónde era, respondió. Yo soy un ciudadano del mundo, lo que en lengua griega se expresa con un solo vocablo: Kosmopolités. Diógenes acuñó tal palabra y, con ello, volvió la espalda a siglos enteros de historia helena. Había sido un axioma entre los griegos que su superioridad descansaba en el hecho de ser ciudadanos de ciudades libres, ya fuera de Atenas, Corinto, Tebas o Siracusa. Sócrates prefirió morir antes que abandonar su polis. Platón aborrecía el modo en el que Atenas se gobernaba y proponía reformas radicales, pero todas ellas iban dirigidas a una ciudad aislada y autónoma. Incluso Aristóteles, a pesar de las conquistas de su discípulo Alejandro, afirmó que ninguna polis estaría bien gobernada si sus ciudadanos eran tan numerosos que no se conocían entre sí, o su tamaño tal que la voz del heraldo no «podía oírse de un lado a otro. Diógenes dio al traste con todo esto, juzgando…

M. I. Finley. Aspectos de la antigüedad.
Ensayo / marzo 15, 2010

Editorial Ariel, 1975. 300 páginas. Tit. Or. Aspects of antiquity. Trad. Antonio Pérez-Ramos. El mundo antiguo Segundo libro que leo de Finley, autor que cada vez me gusta más. Si La grecia antigua a pesar de su tono divulgativo abordaba aspectos relativamente técnicos en este libro los artículos son más generales y en consecuencia -al menos para mí- más disfrutables. Ha sido un libro que me ha dado pena acabar y que me reafirma en seguir leyendo las obras del autor. He seleccionado multitud de fragmentos, que voy a publicar en dos partes. Empezamos con la afirmación de que la tradición funciona en los dos sentidos: Podríase, se sostiene, compartir parte de la experiència de un publico ateniense del siglo v que asistiese a una representación del Edipo, incluso si no se cree, hablando con rigor, en los oràculos o en «la perversidad divina que satura la tragèdia helena». Las diferencias ideológicas, sin embargo, no agotan nuestras dificultades. Leemos (o vemos) a Sófocles, después de haber leído (o visto) a Shakespeare, y miramos una escultura arcaica griega con ojos y mentes que tienen experiència de Miguel Àngel y de Henry Moore. La gran tradición comporta dos direcciones. Como dice el…