Meetup literario: fin de temporada.
Noticias / julio 19, 2017

Después de un año de reuniones en las que hemos hablado de literatura, nos hemos recomendado libbros y hemos escrito más de cien relatos, el meetup cierra (casi) la temporada. El sábado pasado hicimos una cena de despedida hasta la temporada siguiente. Asistimos trece personas y se leyeron los relatos anónimos cuyo tema era Un polvo memorable. Después nos fuimos de copas y unos pocos valientes aguantaron hasta las seis de la mañana. En septiembre volvemos a la carga, indicaremos fechas en el Meetup y por esta página. Les dejo con los relatos que se leyeron y les esperamos a la vuelta de vacaciones. Un polvo memorable Todo era muy romántico. Estábamos en una cala preciosa, escondida. La luna, casi llena, iluminaba nuestros cuerpos desnudos. Acabábamos de salir del mar, y, todavía mojados, empezamos con los preliminares. Un momento precioso. La toalla era demasiado pequeña y rodamos por la arena, entre risas. Como dice el cliché, dimos rienda suelta a nuestra pasión. Y ahí, ahí empezó todo. La arena se había metido por todas partes. Incluyendo la zona genital. El frote era, a veces molesto, a veces doloroso. Y además la sal que llevábamos encima, que parecía que teníamos la…

Ginés S. Cutillas. Un koala en el armario.
Cuentos / julio 19, 2017

Cuentos del vigía, 2010. 102 páginas. Conjunto de microrrelatos que comienzan por un koala que aparece misteriosamente a dormir en un armario y acaban con un personaje al que le van cambiando los niños sin motivo ni explicación. Hechos sorprendentes injertados en lo cotidiano. Sin estar mal no hay ninguno de los que te salta la chispa, que te emocione o sorprenda de alguna manera especial. Dejo un par que me han parecido decentes, no creo que los haya mejores. Mecánica de las novelas Al abrirse la cubierta del libro sonó la alarma. Los personajes tomaron posiciones mientras el prologuista entretenía al lector, que no tardó en doblar la esquina del primer capítulo. Allí apareció el héroe de la historia recolocándose todavía la vestimenta ante lo imprevisto de la lectura. Una vez más, recitó de memoria su papel sin dejar de mirar de reojo el borde de la hoja, desconfiado de que el próximo figurante estuviera preparado para hacer su entrada. No hubo ningún problema. Nada más adentrarse en la siguiente página apareció el villano exponiendo sus intereses, siempre antagónicos de los del que acababa de abandonar el escenario que componían aquellas dos planas abiertas. Ante lo extenso y elaborado…