Mario Bunge. La ciencia su método y su filosofía.
Ensayo / septiembre 16, 2016

Laetoli, 2013. 140 páginas. Definición y alcance de la ciencia. Este ha sido un libro de texto durante muchos años en las universidades latinoamericanas. Como tal está enfocado, lo que le resta interés al estar orientado más a la labor educativa que divulgativa. Otro problema es su antigüedad, está escrito en 1960 y se ha quedado algo desactualizado. Aunque cincuenta años después todavía sigue siendo escaso el estudio de los fundamentos de la ciencia. El capítulo más interesante es el último, añadido para esta edición, que se encarga de demoler los argumentos de la nueva sociología de la ciencia. Aquí sí que brilla el Bunge polémico y divulgador. 14) La ciencia es abierta: no reconoce barreras a priori que limiten el conocimiento. Si un conocimiento fáctico no es refutable en principio, entonces no pertenece a la ciencia sino a algún otro campo. Las nociones acerca de nuestro medio natural o social, o acerca del yo, no son finales: están todas en movimiento, todas son falibles. Siempre es concebible que pueda surgir una nueva situación (nuevas informaciones o nuevos trabajos teóricos) en que nuestras ideas, por firmemente establecidas que parezcan, resulten inadecuadas en algún sentido. La ciencia carece de axiomas evidentes;…

John Fante. Espera a la primavera Bandini.
Novela / septiembre 15, 2016

Anagrama, 2001. 218 páginas. Tit. Or. Wait until spring, Bandini. Trad.Antonio-Prometeo Moya. Seducido por la prosa de Fante he empezado desde el principio. Su primera novela, supuesto retrato de su adolescencia, los problemas de dinero de su familia, el invierno que su padre estuvo unos días viviendo con otra mujer. Poesía, ternura, desolación… no todo el libro tiene la misma calidad, pero hay páginas realmente buenas (increíbles las primeras). Y estamos hablando de un libro escrito en 1932 que se mantiene fresco como la nieve del invierno. Muy bueno. Pronto más. Se llamaba Maria y era muy sufrida, le esperaba, le acariciaba la musculatura de los riñones, muy sufrida, le besaba en todas partes, y a él le devoraba entonces la llamarada que le gustaba tanto y ella se echaba de espaldas. -Ay, Svevo. ¡Es maravilloso! La amó con violencia delicada, muy orgulloso de sí, sin dejar de repetirse: no es tan idiota la Maria, sabe lo que es bueno. La burbuja gigantesca que perseguían camino del sol reventó entre ambos y el hombre gruñó con alivio jubiloso, gruñó como hombre contento de haber podido olvidar muchísimas cosas durante unos instantes, y Maria, silenciosa en su breve mitad de la…

José Ovejero. Nueva guía del Museo del Prado.
Poesía / septiembre 14, 2016

Demipage, 2012. 70 páginas. Había escuchado en la radio el poema que reproduzco al final, y tomé prestado el libro sólo por volver a leerlo. El resto del libro no me importaba demasiado, la poesía y yo nunca hemos hecho buenas migas. Gran error. He devorado los poemas como Saturno a sus hijos, y me he burlado de la muerte como el niño que ve el vuelo de la lechuza. Y me he mirado en el espejo de Susana y los viejos, que somos y seremos nosotros. Me he sentido frágil, y despierto, humano en definitiva. Que es como debemos sentirnos ante el arte, la razón de lo que somos. LOS PINTORES 1. Cobalto para el azul, cardenillo para el verde, para el amarillo trisulfato de arsénico, antimonio para el negro. Aprendieron a mezclar los colores y el aceite, recetas secretas, la cantidad precisa para cada veladura. Lo aprendieron todo y sobre todo aprendieron a no ver lo que no debían. Pintaban pechos, nalgas, pubis sospechosamente impúberes, tan perfectos que dan ganas de alargar la mano; héroes triunfantes, dioses en todas las posturas, emperadores, papas, perritos de compañía, las tierras conquistadas por la ley del más fuerte. El brillo del…

Manuel Longares. Las cuatro esquinas.
Novela / septiembre 13, 2016

Círculo de lectores, 2011. 150 páginas. Cuatro relatos unidos por sus diferencias: el momento histórico de un país que pasó de una posguerra terrible a una modernidad discutible. En los años 40 todavía podían llevarte preso por tus antiguas filiaciones políticas, como le ocurre a la Moncha. En los sesenta las hijas de niña bien tonteaban con los intelectuales subversivos. Hasta casi la muerte del caudillo la policía secreta seguía investigando a los posibles agitadores sociales. Ya en la época moderna la muerte de un músico pondrá en marcha un juego de memorias e inquinas. Sin llegar a ser excelentes, sirven como retrato de nuestra escasa memoria histórica. Ni los fanfarrones ni la catarata de fusilamientos inquietan a los demás vecinos de este inmueble -con gas en cada piso, pero sin ascensor ni portero-, que duermen con la placidez de los que no están amenazados por los vencedores de la guerra. Ni la viuda del primero ni la inválida del bajo ni el jefe de casa que vive en el entresuelo se asustan de los tiros de gracia en cárceles y cuarteles y de los himnos cantados por los señoritos del automóvil en la bodega de la calle Churruca. Se…

Rodolfo Enrique Fogwill, Los pichiciegos,
Novela / septiembre 12, 2016

Periférica, 2010. 218 páginas. En la guerra de las Malvinas un grupo de soldados se esconde en un refugio, desertando pero quedando prisioneros de su situación. Sobreviviendo a base de rapiñas e intercambio. Sorprendente primera novela con un lenguaje fresco lleno de localismos que dibuja un espacio imposible al margen de la realidad, onírico, en el contexto de una guerra terrible. El refugio se convierte en una tierra de nadie que llega a existir gracias a las grabaciones del narrador. Allí en las islas, las ovejas corren más que los perros y dan saltos. Saltan un alambrado así como así, ¡piad Suben en el aire y saltan. Y el humano, de lejos, mira la oveja y piensa: «¡Qué animal más boludo, lo único que sabe es rajar!» Y la sigue mirando un rato, por mirar algo, a falta de otro entretenimiento mientras espera que se haga oscuro para volver al refugio y de repente el fogonazo: ¡Pac! Sucedió que abajo de la oveja había una mina y al rozarla ella se hizo como si el sol saliera, una luz fuertísima. En ese momento se la ve completa todavía en el aire, a la oveja. En el aire encoge las patas,…