Mario Livio. Errores geniales que cambiaron el mundo.
Ensayo / julio 8, 2016

Divulgación científica basada en examinar los errores de grandes científicos y ver que incluso de sus fallos se puede obtener buena ciencia. Hay un buen trabajo de investigación, porque aparece información bastante nueva y contrastada. A pesar de eso el libro se me hizo un poco pesado de leer, pese a la buena fama del autor como divulgador. En otras palabras, la motivación original ya no existía, y Einstein creía que se violaba la simplicidad estética, así que no creía que la naturaleza necesitase una constante cosmológica. ¿Pensó entonces que aquello había sido su «mayor error»?36 Es improbable. Es cierto que se sentía incómodo con el concepto, y que ya en 1919 había dicho que era «gravemente perjudicial para la belleza formal de la teoría». Pero la relatividad general definitivamente permitía la introducción del término cosmológico sin violar ninguno de los principios fundamentales sobre los que se asentaba la teoría. En este sentido, Einstein sabía que esto no era en absoluto un error antes incluso de los descubrimientos recientes que conciernen a la constante cosmológica. La experiencia adquirida en la física teórica desde los tiempos de Einstein nos ha demostrado que cualquier término permitido por los principios básicos probablemente resulte…

Óscar Torre. Del sol y las gallinas.
Novela / julio 7, 2016

A estlibol, 2013. 190 páginas. En los márgenes de la industria editorial más conocida se encuentran, de vez en cuando, hermosas flores. Libros de calidad que nada tienen que envidiar a los reseñados en suplementos literarios. Literatura con mayúsculas escondida en el arrabal. Es el caso de este libro, una joya trufada de recursos metaliterarios y que deja un sabor de boca excelente. Supuestamente es la obra de un negro literario encargada por uno de los personajes, pero las historias se van mezclando hasta llegar a un final apoteósico digno del mejor Aira (no del malo). Por desgracia no hay ninguna referencia en la red, pero pueden comprarlo y leerlo aquí: Del sol y las gallinas. Merece la pena. El buzón del piso de Erinias estaba lleno; colgaban cartas y folletos publicitarios de la ranura, incrustados de cualquier manera. A Alejandro se le ocurrió comparar el buzón con un tren indio, de la India, repleto hasta la bandera y con pasajeros colgando de las puertas y de las ventanas. El nombre del inquilino estaba grabado en una plaquita plateada: Don Eduardo Espuela Espinosa. Así que no se llama Erinias, claro, es un mote. Y el perro… Pensó en subir al…

Matías Candeira. Fiebre.
Novela / julio 6, 2016

Candaya, 2015. 350 páginas. Más de una vez he escrito en esta bitácora mi admiración por el Candeira cuentista. Tenía ganas de ver como era su primera novela. El padre de Caníbal está a las puertas de la muerte. Su reencuentro después de muchos años de ausencia trastocará por completo su existencia. La prosa tiene la calidad habitual en Candeira. La historia es densa y se permite el lujo de hacer una elipsis que es un verdadero salto al vacío y aumenta la profundidad de la trama. Los personajes excelentemente construidos. Queremos más. Reseña-entrevista: Fiebre El pensamiento me atravesó en un momento de enorme felicidad. A lo largo de mi vida lo he tenido otras veces. He aprendido cómo protegerme de él, y hasta lo he usado en mi beneficio. Sólo esa primera vez se reveló con todo su hielo y su terror. Para más detalles, yo tenía la mano bien metida en los pantalones vaqueros de Isabel D. Me extasiaba moverla despacio, dentro de esa humedad dulzona, y decirle al oído su nombre completo con su apellido. Isabel D., haz el favor de estrecharte contra el rincón de este urinario repugnante. Casi no cabíamos. Isabel D, hoy estás guapísima….

Richard Dawkins. Una curiosidad insaciable.
Ensayo / julio 5, 2016

Tusquets, 2014. 312 páginas. Tit. Or. An appetite for wonder. The making of a scientist. Trad. Ambrosio García Leal. Primera parte de las memorias del biólogo Richard Dawkins, famoso por su teoría del gen egoísta, por crear la palabra meme (usada hoy en día totalmente fuera de contexto) y por su cruzada contra la religión. La biografía no está mal, pero el autor está encantado de haberse conocido, por lo que muchas de las anécdotas carecen totalmente de interés salvo para los muy seguidores. Veremos la segunda parte. Sin electricidad, nos iluminábamos con lámparas de queroseno. Primero había que calentar la camisa y luego bombear vapor de queroseno, después de lo cual se mantenían confortablemente encendidas por la noche. Durante la mayor parte del tiempo que pasamos en Nyasalandia, tampoco tuvimos retrete, y teníamos que usar una fosa séptica, a veces en una caseta. No obstante, en otros aspectos teníamos grandes lujos. Siempre tuvimos cocinero, jardinero y otros sirvientes (conocidos, lamento decirlo, como «chicos») encabezados por Alí, quien se convirtió en mi compañía constante y en mi amigo. El té se servía en el jardín, en bonitas tazas de plata, igual que la tetera y la jarra de leche, bajo…

Alejandro Navarro Yáñez. El científico que derrotó a Hitler.
Ensayo / julio 4, 2016

Almuzara, 2014. 312 páginas. Divulgación científica correcta pero no extraordinaria, aunque bienvenida sea. Un total de 25 historias agrupadas por temas (genios, errores, límites de la ciencia…) entretenidas e ilustrativas. A destacar la excelente documentación gráfica, con fotografías bastante desconocidas que acompañan bien al texto. Como -pequeño- fallo algunos errores de edición que sorprenden en formato de bolsillo -que ya debería estar comprobado. Aprovechan el tirón de la película sobre Turing para vender, lo que ya me parece bien. Pero, por desgracia, Siracusa era una ciudad estratégica, situada en la encrucijada del Mediterráneo. Cuando estalló la Segunda Guerra Púnica, con Arquímedes ya anciano, Hierón, que era un gobernante astuto, trató de mantenerse al margen. Pero tras su muerte, los agentes cartagineses enviados por Aníbal consiguieron hacerse con el poder en la metrópoli, involucrándola en la guerra a favor de Cartago. Como consecuencia, la flota romana atacó la ciudad en el año 213 a.C. Aunque Arquímedes era de carácter pacífico y afable, se sintió obligado a proteger a su patria. A partir de ese momento, y al margen de encargarse personalmente del diseño de ampliación de las murallas de la ciudad, se dice que durante tres años el sabio dirigió la…