Seamos (H)Originales
Noticias / mayo 6, 2010

Hay cosas que uno no acaba de entender y que me indignan. Y que se van juntando. Lo bueno de una ciudad grande es la gran oferta cultural, pero la mejor no suele anunciarse en los periódicos y carteles. Suelen tener una clientela fiel, estar al alcance de todos los bolsillos, y estar defendida por gente que pone pasión en lo que hace. No puede ser de otra manera, porque compensaciones económicas, pocas. Un ejemplo de esto son las tertulias Polifemos en Barcelona, donde la escasez de medios no impide ofrecer una actividad cultural de mucha calidad. Otro sitio modesto es el Centro Cultural Valentina, donde se realizaban proyecciones de películas, tertulias literarias y sesiones de cuentos. La especulación inmobiliria y los altos alquileres han provocado que éste sea el último mes que tenga abiertas sus puertas. Va a ser un vacío difícil de llenar. Más sangrante es el caso de L’Horiginal. Un local en el que cada miércoles había una programación poética de calidad. ¡Poesía, señores! Algo que no se hace en ningún sitio. Con un público fiel y por el que ha desfilado lo mejor de lo mejor. Uno pensaría que una labor tan constante merecería algún premio,…