Adios, maestro
Noticias / marzo 2, 2009

Ayer por la noche leía la noticia: Pepe Rubianes ha muerto. Era fiel seguidor de sus espectáculos, pero la noticia me ha dolido como cuando se va alguien querido. Era un cómico de altura, con un talento innato que no se aprende; o se tiene o no se tiene. Los escenarios de este país se han quedado sin un maestro. Adiós al actor que habló con la verdad y atacó la hipocresía Cejas arqueadas sobre risotadas amplias y sinceras, algún taco, algún improperio, un grito… y pantalón y camisa o camiseta negros. Era todo lo que necesitaba Rubianes sobre un escenario.[…] Fallece a los 61 años el actor Pepe Rubianes El actor Pepe Rubianes ha muerto esta mañana, a los 61 años de edad, víctima de un cáncer de pulmón que le apartó de los escenarios el pasado mes de abril. El actor, nacido en Villagarcía de Arousa (Pontevedra) pero afincado en Cataluña, ha fallecido en su casa.[…] Pepe Rubianes, provocador actor de teatro, cine y televisión Pero bueno, Pepiño… ¿no habíamos quedado en que no te ibas a morir, hombre? ¡Qué falta de formalidad! Eso ha sido un mal chiste, carallo. Debes quincocientas paellas y un océano de whiskys…

Félix María Samaniego. 22 cuentos picantes.
Cuentos / marzo 2, 2009

AMG editor, 1998. 100 páginas. Picardías en verso Félix María Samaniego es bien conocido por sus fábulas. ¿Quién no conoce la historia de La cigarra y la hormiga o el cuento de la lechera? O los famosos versos: A un panal de rica miel dos mil Moscas acudieron, que por golosas murieron presas de patas en él. Otra dentro de un pastel enterró su golosina. Así, si bien se examina, los humanos corazones perecen en las prisiones del vicio que los domina. Lo que no es tan conocido es que escribió un libro, El jardín de Venus de tono menos moralista y más procaz. Este libro es una selección de las 22 mejores historias de ese jardín. También en verso descubrimos que los conventos no son lo que parece, que los frailes son capaz de echar más de once descargas o que los miedos de las doncellas al desmedido tamaño no son para tanto. Son muy divertidas, en una época en la que ya no hay miedo de llamar a las cosas por su nombre siempre es agradable ver diferentes y recatadas maneras de llamar a lo mismo. No importa el nombre, sólo la pasión y el humor de una…