Terry Pratchett. Mascarada.

septiembre 3, 2011

Terry Practhett, Mascarada
DeBolsillo, 2007. 336 páginas.
Tit. or. Maskerade. Trad. Javier Calvo.

Show must go on

Las novelas de Terry Pratchett son muchas veces el reverso hilarante de la gris realidad de nuestro mundo. En este caso las protagonistas son las brujas, que han dejado de ser tres (y todo el mundo sabe que las brujas sólo pueden ser tres) y tienen echado el ojo a una candidata.

Pero la susodicha quiere probar fortuna en el mundo de la ópera, y ahí se desarrollará la trama, repleta de asesinatos, de divos que no son lo que parecen ser, de fantasmas de la ópera elegantemente ocultos y de la constatación de que la farándula es, casi, una realidad paralela.

Lo repito por enésima vez: adoro a este escritor, y aunque no es de mis libros preferidos, la diversión está asegurada.

Tiene su entrada en la wikipedia: Mascarada, una crítica aquí: Mascarada – Terry Pratchett y anotaciones para entender todas las referencias aquí: Anotaciones a Mascarada

Calificación: Muy bueno.

Un día, un libro (3/365)

Extracto:
Lo que habría dicho Agnes, si Christine fuera capaz de escuchar algo durante más de un par de segundos, era esto:
Una mañana se había levantado con el horrible descubrimiento de que le había tocado vivir con la carga de una personalidad encantadora. Así de simple. Ah, y un pelo muy bonito.
Lo malo no era tanto la personalidad, era el «pero» que la gente añadía siempre cuando hablaba del tema. «Pero tiene una personalidad encantadora», decían. Era la falta de opciones lo que le dolía. Nadie le había preguntado, antes de nacer, si quería una personalidad encantadora o si prefería, por ejemplo, una personalidad despreciable pero un cuerpo que cupiera en los vestidos de la talla 9. En cambio, la gente se esforzaba al máximo por decirle que la belleza solamente estaba de piel para adentro, como si alguna vez un hombre se hubiera enamorado de un atractivo par de ríñones.
Notaba un futuro que intentaba aterrizar sobre ella.
Se había sorprendido a sí misma diciendo «¡ostras!» y «¡jopé!» cuando quería decir una palabrota y usando papel de color rosa.
Tenía reputación de mantener la calma y actuar con eficiencia en situaciones de crisis.
Si no se espabilaba, pronto se vería haciendo galletas dulces ¿e mantequilla y tartas de manzana tan buenas como las de su madre y entonces ya no habría esperanza para ella.
Así que había creado a Perdita. Había oído en alguna parte que dentro de toda mujer gorda había una mujer delgada que intentaba salir,* así que le había puesto el nombre de Perdita. Era una buena depositaría de aquellos pensamientos que Agnes no podía tener debido a su personalidad maravillosa. Perdita usaría papel negro si pudiera encontrar la forma de hacerlo, y era hermosamente pálida en lugar de vergonzosamente ruborizada. Perdita quería ser un alma perdida e interesante con los labios pintados de color ciruela. Solamente a veces, sin embargo, Agnes pensaba que Perdita era tan tonta como ella.
¿Acaso eran las brujas su única alternativa? Ella había notado que estaban interesadas en ella, de una forma que no acababa de identificar con precisión. Era lo mismo que saber cuándo te está mirando alguien, aunque ella, de hecho, había visto ocasionalmente que Tata Ogg~iá miraba de una forma crítica, como alguien que está examina un caballo de segunda mano.
Ella sabía que tenía cierto talento. A veces sabía algunas cosas que iban a pasar, aunque siempre de una forma lo bastante confusa como para que ese conocimiento fuera totalmente inútil hasta después. Y tenía su voz. Era consciente de que no era del todo natural. Siempre le había gustado cantar y de alguna manera su voz había hecho todo lo que ella quisiera que hiciera.
Pero había visto cómo vivían las brujas. Oh, Tata Ogg estaba bien: la verdad es que era un vejestorio bastante simpático. Pero las demás eran rarísimas, nadando a contracorriente en lugar de dejarse llevar agradablemente por el río de la vida como todo el mundo… La vieja Madre Dismass que podía ver el pasado y el futuro pero era totalmente ciega en el presente, y Millie Hopwood en Tajada, que tartamudeaba y le goteaban las orejas, y en cuanto a Yaya Ceravieja…

4 comentarios

  • David. septiembre 3, 2011en7:11 pm

    De Pratchett he leído el primero, me gustó, pero me da pereza que tenga tantos por leer por delante. Pero bueno, una forma de enfocarlo es que me quedan grandes historias por descubrir. Saludos.

  • MeZKaL septiembre 4, 2011en10:18 pm

    Me compré en el aeropuerto el ¡Zas! (Thud!) y me ha gustado muchísimo.

    Por cierto, a ver si comemos un día de estos.

  • panta septiembre 4, 2011en11:34 pm

    @David : A veces creo que la forma de editarlo ‘una nueva novela de mundodisco’ puede echar atrás a muchos lectores. Me parece que es el caso.
    NO te preocupes, son muy independientes, puedes leerlas en orden cronológico inverso sin problemas.
    Saludos

  • Palimp septiembre 5, 2011en12:53 pm

    @David, no hay por qué ser exhaustivo -aunque reconozco que yo lo he sido, enganchado al autor-. También puedes elegir los más recomendados.

    @Mezkal, ya me lo dejarás 🙂 Y para comer, cuando quieras.

    @panta, gracias por la aportación.

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