Los tiempos han cambiado

diciembre 4, 2009

Internet está revuelta. El anteproyecto de la ley de la Economía Sostenible deja abierta la puerta para que una comisión -y no un juez- pueda cerrar una web por supuestos delitos a la ley de propiedad intelectual, saltándose el procedimiento judicial, no sha dejado con la boca abierta a todos. Una buena entrevista sobre qué permitirá y no esta ley puede leerse aquí:

Entrevista a David Bravo

Ni la industria ni el gobierno entienden que los tiempos han cambiado de manera irrevocable y que la mejor manera de proteger los derechos de los creadores no es con este tipo de leyes. Considero que descargar canciones y películas está mal, si no desde el punto de vista legal, al menos desde el punto de vista ético. Los creadores tienen todo el derecho a poder vivir de su trabajo y, sobre todo, a establecer los límites de uso de su producción.

Nunca he estado de acuerdo con manifiestos que hablan de cultura gratis porque en este mundo lo único que se puede disfrutar de una manera gratuita es la cultura. Para tener una vivienda es inevitable hipotecarse, para comer y vestirse hay que pagar, pero cualquiera puede ir a una biblioteca y disfrutar de libros, música y películas sin coste alguno. Reclamar cultura gratis para descargarse películas es, como bien decía Fuckowsky, como pedir cubatas gratis alegando el derecho básico a la alimentación.

Ayer compré un disco duro para un cliente. Ese disco duro se usará exclusivamente para hacer copias de seguridad de las bases de datos de la empresa. Pero pagué un canon de 12 euros. Nunca he estado de acuerdo con el canon, que es un impuesto que no cobra el gobierno, sino una entidad independiente y poco transparente. Cuando se aprobó la reciente subida pude leer en muchos sitios que el canon era la mejor manera de proteger los derechos de los autores. No entiendo pues, si entonces era suficiente, como es que ahora hacen falta medidas más drásticas.

Medidas que serán totalmente inútiles. ¿Saben por qué existe el P2P? porque se cerraron las páginas -como Napster o AudioGalaxy- que centralizaban la gestión de las descargas. Si mañana prohiben el P2P surgirá otro modelo de distribución que se saltará las normativas. Tecnológicamente una bendición, ya que la tecnología P2P se ha utilizado para otros menesteres y no hubiera surgido de no ser por los esfuerzos censores de los gobiernos.

Ningún sistema anticopia ha funcionado, y lo único que consiguen es que los usuarios que compran el producto original no puedan reproducirlos en el ordenador, o que les de problemas con ciertos reproductores. En consecuencia, seguro que muchos de ellos han preferido descargarse copias piratas que no les den tantos problemas.

La gente no compra música por muchas razones, pero la principal es que ya nadie quiere un CD. Los reproductores de MP3 y los móviles han dejado obsoleto al soporte físico. Si quiero escuchar un disco en mi reproductor no prentendan que vaya a la tienda, compre el CD, lo ripee para pasarlo a MP3 y lo copie. Cuando con un click me bajo la canción en el eMule en cinco minutos y ya lo tengo preparado para escuchar.

Cuando se inauguró iTunes pensé ¿Quién va a pagar por una canción cuando te la puedes bajar gratis? Pues muchísima gente. A lo mejor es que la gente no es tan pirata como cree la industria, y si se le facilitan los medios para obtener un producto de una manera fácil y a un precio asequible prefieren ser legales. Si eres legal, eres legal, pero si no me lo pones fácil seguiré siendo ilegal.

La industria discográfica y audiovisual sigue estancada en un modelo de negocio obsoleto. La revolución digital tendría que haberles lanzado a publicaciones de catálogos de canciones para descarga en línea, tiendas dónde sea fácil comprar una canción, portales dónde puedas descubrir a nuevos autores e incluso poder poner a la venta de nuevo a todo lo que tengan descatalogados. En vez de eso se dedican a combatir inútilmente el pirateo. Con esto lo único que han conseguido es que la gente siga utilizando programas como el eMule porque es el único sitio dónde pueden conseguir lo que quieren. Ellos mismos están contribuyendo a crear una cultura del pirateo que luego será muy difícil de erradicar.

No lo conseguirán con ninguna ley. La revolución digital ha cambiado por completo el uso y disfrute de los contenidos. Hoy existe el streaming, las radios digitales, la posibilidad de copiar un archivo en segundos con la misma calidad que el original, el correo electrónico… Es imposible impedir que se distribuyan los archivos. No recuerdo dónde he leído que sería como si un comerciante vendiera las berenjenas con la condición de que sólo se hicieran salteadas ¿Es eso posible de controlar? No. ¿Es justo que si tengo un disco de un artista lo pueda copiar a todos mis amigos en segundos y que el creador no cobren un duro por ello? Seguramente no, pero es imposible de impedir.

Basta de leyes que enturbian el panorama digital y más actualización de modelos de negocio. Por el bien de todos.

7 comentarios

  • panta diciembre 8, 2009en5:56 pm

    Muy bien los argumentos de David : no digamos tonterías de ‘cultura gratis’
    Nada es gratis para los que se dejan el dinero en producciones, artistas, escenarios, etc…
    Pero nada de pagar dinero a sociedades que se lucran con nuestra propia producción y encima maltratan a los propios autores .
    Saludos

  • Capitan Nombrete diciembre 9, 2009en12:46 pm

    Transigir en eso es transigir en todo lo demás. Una cosa es la cultura y otra cosa es el negocio. «Producciones, artistas, escenarios» son inversiones que se realizan con vistas a obtener un mayor beneficio. No es eso cultura. Si se termina por dejar de hacer grandes producciones cinematográficas, delicadas grabaciones sonoras en sofisticados estudios de grabación, pues adiós, fueron buenos tiempos, pero ahora «los tiempos están cambiando». La cultura sigue otros derroteros menos comerciales. Todo el mundo puede hacer sus pequeños videos caseros, todo el mundo puede escribir su obra literaria en sus blogs y lo que es más importante todo el mundo puede hacer y repartir eso gratis. Lo que yo me temo es que para proteger el «negocio de la cultura» nos acaben prohibiendo difundir nuestras propias producciones gratuitamente. Y ese es el siguiente paso que vendrá. Youtube y afines son un serio peligro para el mercado. Los blogs han significado un serio revés para el periodismo de papel, que también agoniza.
    «Pero el cadaver, ay!, siguien muriendo» (cesar vallejo)

  • Palimp diciembre 11, 2009en7:53 pm

    panta, los argumentos de esta entrada son míos. Lo de David es un enlace.

    Capitan Nombrete; de acuerdo. Una cosa es la cultura y otra el comercio. la cultura existirá siempre, independientemente de los modelos de negocio que la exploten. Pero existen formas en las que todos salgan ganando (industria y cultura) y como bien dices uno teme el momento en el que de tanto prohibir impidan el uso de esta excelente herramienta que es la red.

  • Tom diciembre 19, 2009en10:15 am

    Es curioso que siempre sea gente ajena a los interesados los que les den consejos de cómo deben manejar su propio negocio. «La industria no entiende que los tiempos han cambiado». ¿No? ¿no será que los que no son de ese negocio – pero quieren aprovecharse como consumidores- están dando consejos no a favor de la industria sino de los mismos que dan los consejos?

    Nadie mejor que uno mismo para saber qué le interesa. Si los autores «no entienden», si la industria «no entiende», allá ellos. Es su negocio. Si se equivocan perecerán. Si aciertan, se harán millonarios. Es su apuesta. Que hagan lo que quieran.

    ¿A qué tanto interés en «enseñarles» lo que deben hacer? ¿No será que todos esos consejos, esas reflexiones sobre la industria lo son en realidad sobre los que los hacen?
    El problema, creo, es que todos los que hablan no miran por el futuro del negocio sino que sólo buscan contenidos gratis. Pero eso se podría aplicar a cualquier otro negocio. Recomendemos el pan 2.0; la ropa 2.0, los taxis 2.0, el frigorífico 2.0— la industria cambia, todo gratis!!

    Pues va a ser que no, pienso.

  • Palimp diciembre 21, 2009en1:34 pm

    No sé por qué presupone que yo soy ajeno a la industria que critico. Yo también soy creador e incluso socio de la SGAE. Yo también quiero que protejan mis derechos como creador, pero para mí no es que vayan a una boda a cobrar el diezmo, sino que si alguien utiliza alguna creación mía y la comercializa pueda impedirlo. Mis obras están disponibles en las redes p2P desde el principio.

    Está claro que es mi decisión y respeto a quien no quiera hacerlo así. Ya lo digo en el texto. No pido cultura gratis porque la cultura es gratis. Y no defiendo las descargas porque si un artista no quiere que descarguemos su obra no deberíamos hacerlo.

    Dicho esto reconozco que esta entrada tiene un cierto didactismo que nadie ha pedido. Dejando de lado de que todavía no hay que pedir permiso para opinar creo que yo y cualquiera tenemos cierto derecho a hacerlo. Si no quieres cambiar tu modelo de negocio ya te lo encontrarás. Si quieres seguir protegiendo los CD’s con sistemas anticopia en los que te gastas un dineral y luego se desprotegen con un rotulador, tú mismo. Pero cuando utilizas tu dinero y poder para cambiar las leyes y evitar que deba ser un juez el que tenga la potestad de cerrar una web, creo que es lícito ser didáctico e incluso ir más allá y protestar en firme.

    Sobretodo porque ni siquiera esas leyes conseguirán su propósito.

  • M.C. Mendoza diciembre 23, 2009en1:16 am

    ¿ERes miembro de la SGAE??? jaja, no sabía. Bueno, centrándome en el tema, ahora está muy de moda que los editores (de libros) se quejen y pidan que paren la piratería porque ven venir el libro digital y han temblado y se han horripilado al pensar en pirateos masivos. Yo, siendo también parte interesada como creadora, no dejo de ser lectora. Así que estaré siempre con el ebook, que no valga nunca más de 3 euros, y en otro modelo de negocio editorial que no sea tan obsoleto como el de hoy en día.

  • Palimp diciembre 23, 2009en6:49 pm

    Lo soy, pero no lo difundas mucho 🙂

    Los editores llevan el mismo camino que las discográficas. ¿A quién se le ocurre vender el ebook al mismo precio que el libro en papel? ¿Y las ideas de comprar un código en la librería que te permita descargar el libro en tu casa?

    No quiero volver al didactismo de que me acusa #4, y además a mi me da igual. Mi abastecimiento de libros seguirá siendo el mismo: segunda mano y librerías. Nunca me descargaré pirata nada Dan Brown.

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