Siruela, 2020. 250 páginas. En una noche de insomnio la escritora recibe la visita de un hombre misterioso, con el que supuestamente había quedado para realizar una entrevista. A lo largo de la conversación dialoga acerca de su propia obra, sus memorias, sus proyectos de futuro, todo bajo la sombra irreal de un ambiente ligeramente onírico. Que bien me cae Carmen y que alegría me da que este libro, extraño pastiche que se autodescribe en el interior al decir que tenía que cumplir la promesa que le había hecho a Todorov de escribir una novela fantástica y también de escribir unas memorias, sea tan bueno. Aquí se mezcla todo en ese territorio extraño que es el sueño, donde todo cabe si está bien escrito. Porque qué bien hila la autora esos recuerdos del primer franquismo con las reflexiones acerca del hecho de escribir, el análisis de su propia obra o el adelanto en formato libro del libro que le daría más fama, Usos amorosos de la posguerra en España. Al mismo tiempo construye un artefacto metanarrativo que ahora nos parece hasta inocente, pero que en aquel momento tuvo que impactar. Se critica a sí misma por boca del misterioso interlocutor…
Siruela, 2015. 400 páginas. Por el título no sé qué esperaba encontrar pero, siendo estrictos, una historia de la escritura no es. Un poco historia del alfabeto latino, de la tipografía, de la caligrafía, de la impresión artesanal y por medios mecánicos e incluso los modernos tipos de letra que se usan en los ordenadores (de la época, que el libro tiene unos años). Por lo tanto aquí no se nos habla de las primeras muestras escritas ni de como comenzó la escritura, lo que no quita para que la información que se nos presente no sea interesante y amena. Cómo comenzaron los códices, la evolución de los diferentes tipos de letra, la historia de la imprenta, que no fue tan fulgurante como parece, o la recuperación de las habilidades caligráficas. Como queja que quizás salta de un tema a otro sin excesivo hilo argumental y que no todo tiene el mismo interés ni el mismo grado de documentación, pero es una lectura interesante. Bueno. Fue poco antes de 1100, con Anselmo de Laon (m. 1117), cuando se desarrolló un nuevo tipo de objeto escrito: el libro «glosado». Esta clase de libro contenía el texto principal —como los salmos o…
Siruela, 2010. 138 páginas. Tit. Or. Die weltreise einer fleeceweste. Trad. María Condor. Recorrido de un forro polar rojo desde las fábricas indias donde se fabrican hasta las tiendas, que nos da una panorámica de qué está detrás del consumismo actual, y de como se van generando injusticias y contaminación a su paso. Interesante. 14 de agosto de 2005. Al salir el sol, el Madras recibe por fin permiso para poner rumbo a las instalaciones petrolíferas de Je-bel Ali Port. El nuevo puerto de Dubai, que se construyó sobre todo para portacontenedores, es el lugar de movimiento de mercancías más grande de Oriente Próximo. Por el gran calado de los depósitos, la dársena petrolera se encuentra fuera, delante del puerto. Hacia las ocho de la mañana, el buque cisterna amarra por fin en la estación de llenado. En ella, colgadas de tres grúas, hay unas enormes mangueras que se bajan sobre la cubierta y se conectan al sistema de tuberías del barco. Enseguida se bombea el crudo al barco. Pero hacen falta muchas horas para llenar un buque cisterna de casi 200 metros de eslora. En ese mismo momento, el indio Sadek y sus compañeros acaban de desayunar en su…
Siruela, 2019. 224 páginas. Tit. or. Fly already. Trad. Ana María Bejarano. Los relatos de este volumen, a diferencia de los de La chica sobre la nevera, juegan menos con el componente mágico o fantástico y más con el cotidiano y emocional, aunque algunos (como el que da comienzo al libro sobre un hombre bala de casualidad, o Escala, una habitación con un inquilino inquietante) tengan algo de ese componente. En general todos son bastante redondos y más maduros que aquellos. Cierto es que se ha colado alguno flojo, pero la calidad general es bastante notable. El que dejo de muestra es bastante representativo. Una pareja que soluciona sus problemas a través de un perro bastante problemático, un monitor de guardería que conoce a una abogada cuando se fuma su porro del atardecer o unos huérfanos enfermos que tienen que superar un examen para poder salir de la institución son algunas de las tramas que siempre nos dejan un regusto de amargura y nostalgia. Definitivamente Keret es un cuentista de primera línea. Muy recomendable. No lo haga Pit-Pit lo ve primero. Estamos yendo al parque para jugar a la pelota, cuando de repente dice: —¡Mira, papá! Tiene la cabeza echada…
Siruela, 2001. 188 páginas. Trad. Francisco Torres Oliver. Ya había reseñado Memorias de abajo, pero esta edición incluye algunos cuentos de La casa del miedo y El pequeño Francis (casi una novelita), además de contar con ilustraciones de Ernst, láminas con fotos de la autora y algún cuadro. Nos da una imagen más completa de la autora, aunque si lo que quieren es conocer su vida pueden leer la fabulosa Leonora. Los cuentos van en la onda de los surrealistas, con historias parecidas a las primeras de Vian o algunas de Gómez de la Serna. Crean ambientes donde lo ilógico es la norma y en ocasiones son bastante desasosegantes, porque parece que te estén quitando continuamente el suelo de los pies. Son temas y tramas del siglo XIX pero cabeza abajo, como esos collages que hacía Ernst con grabados antiguos y que ya no significaban lo mismo. Relatos que en pequeñas dosis gustan, pero que, personalmente, me acaban cansando. Bueno. El tío Sam Carrington CADA vez que el tío Sam Carrington veía la luna llena no podía parar de reír. La puesta de sol tenía el mismo efecto en la tía Edgeworth. Entre los dos hacían sufrir mucho a mi…