Carl Sagan. El Mundo y sus Demonios.

julio 28, 2008

Editorial Planeta, 2000. 504 páginas.
Tit. Or. The Demond-haunted Worid. Trad. Dolors Udina.

Carl Sagan, El Mundo y sus Demonios
Una luz en la oscuridad

Si son seguidores habituales de esta bitácora no hará falta que les diga que soy escéptico. Dar una definición del escepticismo sería un poco largo, así que baste decir que no creo en OVNIS, fantasmas, medicinas alternativas, extraños poderes mentales y un largo etcétera de afirmaciones extraordinarias. El propio Carl Sagan lo definió muy bien:

¿Qué es el escepticismo? No es nada esotérico. Nos lo encontramos a diario. Cuando compramos un coche usado, si tenemos el mínimo de sensatez, emplearemos algunas habilidades escépticas residuales (las que nos haya dejado nuestra educación). Podrías decir: «Este tipo es de apariencia honesta. Aceptaré lo que me ofrezca.» O podrías decir: «Bueno, he oído que de vez en cuando hay pequeños engaños relacionados con la venta de coches usados, quizá involuntarios por parte del vendedor», y luego hacer algo. Le das unas pataditas a los neumáticos, abres las puertas, miras debajo del capó. (Podrías valorar cómo anda el coche aunque no supieses lo que se supone que tendría que haber debajo del capó, o podrías traerte a un amigo aficionado a la mecánica.) Sabes que se requiere algo de escepticismo, y comprendes por qué. Es desagradable que tengas que estar en desacuerdo con el vendedor de coches usados, o que tengas que hacerle algunas preguntas a las que es reacio a contestar. Hay al menos un pequeño grado de confrontación personal relacionado con la compra de un coche usado y nadie afirma que sea especialmente agradable. Pero existe un buen motivo para ello, porque si no empleas un mínimo de escepticismo, si posees una credulidad absolutamente destrabada, probablemente tendrás que pagar un precio tarde o temprano. Entonces desearás haber hecho una pequeña inversión de escepticismo con anterioridad.

Este libro es una excelente exposición de por qué la razón es la luz que puede librarnos de la oscuridad de las supersticiones. Pone en evidencia la falsedad de muchos misterios de una manera elegante, sin críticas ni burlas. No hacen falta porque la verdad, aunque le pese a los defensores del relativismo, no tiene más que un camino.

Pueden encontrar una buena reseña de éste y otros libros de Sagan en la página Cerebros no lavados. También tiene su entrada en la wikipedia: El mundo y sus demonios.

En un mundo en el que las seudociencias y los vendedores de falsos misterios campan a sus anchas no deberíamos olvidar la lección de uno de los más importantes divulgadores científicos de la historia, que ya anticipó Goya: el sueño de la razón produce monstruos.

Escuchando: Oracle. Jana Hunter.


Extracto:[-]

En el transcurso de diez siglos no se hizo ni un solo descubrimiento que exaltara la dignidad o promoviera la felicidad de la humanidad. No se había añadido ni una sola idea a los sistemas especulativos de la antigüedad y toda una serie de pacientes discípulos se convirtieron en su momento en los maestros dogmáticos de la siguiente generación servil.

La práctica médica premoderna no logró salvar a muchos ni siquiera en su mejor momento. La reina Ana fue la última Estuardo de Gran Bretaña. En los últimos diecisiete años del siglo XVII se quedó embarazada dieciocho veces. Sólo cinco niños le nacieron vivos. Sólo uno sobrevivió a la infancia. Murió antes de llegar a la edad adulta y antes de la coronación de la reina en 1702. No parece haber ninguna prueba de trastorno genético. Contaba con los mejores cuidados médicos que se podían comprar con dinero.

Las trágicas enfermedades que en otra época se llevaban un número incontable de bebés y niños se han ido reduciendo progresivamente y se curan gracias a la ciencia: por el descubrimiento del mundo de los microbios, por la idea de que médicos y comadronas se lavaran las manos y esterilizaran sus instrumentos, mediante la nutrición, la salud pública y las medidas sanitarias, los antibióticos, fármacos, vacunas, el descubrimiento de la estructura molecular del ADN, la biología molecular y, ahora, la terapia genética. Al menos en el mundo desarrollado, los padres tienen muchas más posibilidades de ver alcanzar la madurez a sus hijos de las que tenía la heredera al trono de una de las naciones más poderosas de la Tierra a finales del siglo XVII. La viruela ha desaparecido del mundo. El área de nuestro planeta infestada de mosquitos transmisores de la malaria se ha reducido de manera espectacular. La esperanza de vida de un niño al que se diagnostica leucemia ha ido aumentando progresivamente año tras año. La ciencia permite que la Tierra pueda alimentar a una cantidad de humanos cientos de veces mayor, y en condiciones mucho menos miserables, que hace unos cuantos miles de años.

Podemos rezar por una víctima del cólera o podemos darle quinientos miligramos de tetraciclina cada doce horas. (Todavía hay una religión, la «ciencia cristiana», que niega la teoría del germen de la enfermedad; si falla la oración, los fieles de esta secta preferirían ver morir a sus hijos antes que darles antibióticos.) Podemos intentar una terapia psicoanalítica casi fútil con el paciente esquizofrénico, o darle de trescientos a quinientos miligramos de clozapina al día. Los tratamientos científicos son cientos o miles de veces más eficaces que los alternativos. (E incluso cuando parece que las alternativas funcionan, no sabemos si realmente han tenido algún papel: Pueden producirse remisiones espontáneas, incluso del cólera y la esquizofrenia, sin oración y sin psicoanálisis.) Abandonar la ciencia significa abandonar mucho más que el aire acondicionado, el aparato de CD, los secadores del pelo y los coches rápidos.

En la época preagrícola, de cazadores-recolectores, la expectativa de vida humana era de veinte a treinta años, la misma que en Europa occidental a finales de la época romana medieval. La media no ascendió a cuarenta años hasta alrededor del año 1870.

Llegó a cincuenta en 1915, sesenta en 1930, setenta en 1955 y hoy se acerca a ochenta (un poco más para las mujeres, un poco menos para los hombres). El resto del mundo sigue los pasos del incremento europeo de la longevidad. ¿Cuál es la causa de esta transición humanitaria asombrosa, sin precedentes? La teoría del germen como causante de la enfermedad, las medidas de salud pública, las medicinas y la tecnología médica. La longevidad quizá sea la mejor medida de la calidad de vida física. (Si uno está muerto, no puede hacer nada para ser feliz.) Es un ofrecimiento muy valioso de la ciencia a la humanidad: nada menos que el don de la vida.

Pero los microorganismos se transforman. Aparecen nuevas enfermedades que se extienden como el fuego. Hay una batalla constante entre medidas microbianas y contramedidas humanas. Nos ponemos a la altura de esta competición no sólo diseñando nuevos fármacos y tratamientos, sino avanzando progresivamente con mayor profundidad en la comprensión de la naturaleza de la vida: una investigación básica.

Si queremos que el mundo escape de las temibles consecuencias del crecimiento de la población global y de los diez mil o doce mil millones de personas en el planeta a finales del siglo XXI, debemos inventar medios seguros y más eficientes de cultivar alimentos, con el consiguiente abastecimiento de semillas, riego, fertilizantes, pesticidas, sistemas de transporte y refrigeración. También se necesitarán métodos contraceptivos ampliamente disponibles y aceptables, pasos significativos hacia la igualdad política de las mujeres y mejoras en las condiciones de vida de los más pobres. ¿Cómo puede conseguirse todo eso sin ciencia y tecnología?

15 comentarios

  • skizo agosto 1, 2008en1:46 am

    ¡He conseguido otro cuando pensaba que no encontraria mas en castellano! «Sombras de antepasados olvidados».

    Saludos Juan PablO!

  • Palimp agosto 1, 2008en7:11 pm

    ¡Enhorabuena!

  • Julio Cesar septiembre 20, 2008en6:27 pm

    busco el libro «Sombras de antepasados olvidados»

    contacteme

    JULIO CESAR

  • Juan septiembre 22, 2008en8:05 pm

    me gusta la psicologia

  • fercho marzo 10, 2009en7:09 pm

    alguien me podria pasar el libro de sombras de antepasados olvidados en español o donde podria descargarlo???

  • Julián Rodríguez abril 15, 2009en10:20 pm

    Me sumo a la petición de fercho, pues he buscado por todos los medios el texto de Sagan «Sombras de antepasados olvidados», y me gustaría poder leerlo. saludos Julián

  • Eduardo Frias abril 29, 2009en9:02 pm

    Me sumo a la petición de los camaradas, “Sombras de antepasados olvidados”,
    contacteme ( soy de Argentina ). saludos Eduardo

  • clara ines abril 6, 2011en3:19 am

    me encanta dondepuedo encontrar mas libros de carl

  • Kafka julio 12, 2011en8:42 am

    Busco el libro El Mundo y sus Demonios de Carl Sagan. Nuevo o usado.

    Gracias

  • Chinca C. Salas R agosto 25, 2011en8:42 am

    La ciencia nos lleva por el mundo extraordinario de las realidades donde «El mundo y sus demonios», no es otra cosa que el territorio del miedo conjugado con mentiras, torturas, amenazas de muerte, sometimiento, promover el odio, dudas, rencor, tension hasta la quiebra de los nervios, escalera de puntos criticos que lleva a cualquiera a aguas tibias, frias, tranquilas y turbias, todas ellas llenas de tormentos, fantasmas y un mundo muy propio, engendrado por el mismo individuo lleno de creencias religiosas, lo oculto y la penetracion a lo mas infinito de las torres donde la muerte natural, suicidio y homicidio son llamados al cristal de los rosarios como una cuenta mas de los terrores creados.

    Lo cierto es que se aprende de cada enunciado cualquiera sea el escritor, cargados de sombras, pesadillas, silencio, el trato de lo desconocido en busca de alternativas como lo esoterico, los ovnis, aun no he visto el primer extraterrestre, siempre digo que son mas inteligentes que los terraqueos ya que se esconden para no ser detectados, quizas no sean ni violentos, solo diferentes, la verdad es que los demonios nos llevan por vias diferentes provando volcanes y reflejos de las ideas, pensamiento lleno de fantasmas o simplemente chifladuras de un momento de His.

  • Palimp agosto 27, 2011en3:07 pm

    No estoy muy seguro de entender lo que quiere usted decir.

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