Ganador del XXI premio de poesía Hiperión, me despistó el nombre porque me imaginaba a un señor mayor y es un joven que escribe una poesía que habla de la desesperanza, del frío al anochecer y de quien ha nacido ya a destiempo, que no puede ser hijo de la ira porque es su nieto y ya no tiene, ni siquiera, el derecho al enfado.
Jóvenes a la intemperie en una noche fría y vacía.
Recomendable.
(Alberca Blues)
NADA da tanto miedo como el frío.
Recuerdo la primera vez que unidos,
respirándonos mutuamente —suerte
de extraña criatura entre la lluvia —
sentimos el poder de nuestro abrazo.
La noche en que sentimos que la noche
nada podía hacer para matarnos.
Que habíamos vencido.
Que el plomo caería desde un luto
altísimo y nosotros allí, como
si nada; como quien oye llover.
Habíamos vencido y como siempre,
siendo primos hermanos la alegría
y el olvido, olvidé el miedo que daba
estar en una calle tiritando,
como estoy hoy sin ti.
Nada da tanto miedo como el frío.
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