Alpha Decay, 2013. 710 páginas. Tit. Or. House of leaves. Trad. Javier Calvo. En su momento, cuando lo leí, tuvo su momento de gloria. Sus innovaciones de maquetación, que supongo que fueron una verdadera pesadilla para los editores, con páginas que se leen en diferentes sentidos, como una casa alocada, tenían su aquel. Pero no tiene mucho sentido la pirotecnia si no hay una buena historia que la sustente. Nos gusta ver los fuegos artificiales porque son entretenidos, pero no nos conmueven. Me pareció un libro bastante flojo y sin interés. Regulero. Y es cierto, ella me saca sus buenos seis años, pero ¿qué puedo decir? Estoy embelesado. Me encanta lo fascinada que sigue estando ella por ese festival de vida que lleva, tanto que ni se calla nada ni se avergüenza en lo más mínimo de quién es ni de su trabajo, y siempre le está hablando por los codos a mi jefe de su hijo de tres años, de su novio, de sus novios, de las pajas que hace para sacarse un dinerillo extra, de los once años que lleva sin beber, y sus palabras siempre dan esa sensación que uno tiene al despertarse del todo, todo en…
Alpha Decay, 2015. 64 páginas. Tit. or. L’Analphabête. Trad. Juli Peradejordi. Autobiografía de los primeros momentos de su vida, en un país, Hungría, que tuvo que sufrir la invasión alemana y después la rusa. Años de pobreza y dificultades y después un exilio a Francia donde se convertiría en analfabeta. Ella, que tanto disfrutaba con la lectura, se encuentra con una nueva lengua que tendrá que hacer suya. Parece mentira que en poco más de 50 páginas nos haga un retrato tan triste y certero de su situación, y de cómo la escritura es un ancla que le permite resistir en tiempos duros. Muy bueno. Me levanto a las cinco y media. Después del desayuno visto a mi bebé, yo también me visto y voy a esperar el autobús de las seis y media, que me llevará hasta la fábrica. Dejó a mi niña en la guardería y entro en la fábrica. Salgo a las cinco de la tarde. Recojo a mi niña de la guardería y vuelvo a tomar el autobús de regreso. Hago unas compras en la pequeña tienda del pueblo, enciendo el fuego (no hay calefacción en el apartamento), arreglo la casa, acuesto a la niña, lavo…
Alpha Decay, 2015. 290 páginas. Tit. or. Anthology. Trad. y edición Javier Calvo. Recopilación de artículos desde los años 70 hasta prácticamente nuestros días que giran alrededor de la ciudad de Londres. Desde la psicogeografía de los primeros, que inspiraría a escritores como Moore (que aparece en un artículo posterior) hasta los desastres urbanísticos que trajeron los juegos olímpicos. Magníficamente editados y traducidos por Javier Calvo en el prólogo afirma que no es cierto que sea un autor local. Cierto que tiene una prosa incontestable, y que a veces los temas tienen interés por sí mismos, pero también que personalmente me importa poco que la carpa del milenio parezca un azucarero con palillos y que cueste cuatro transbordos llegar hasta allí. También se echa en falta material gráfico, por suerte existe internet y he podido ver las iglesias de Hawksmoor, asistir a uno de los combates de boxeo más crudos que he visto y pasearme por algunas de las calles siguiendo el recorrido del autor. Sólo recomendable para los muy cafeteros. Bueno. HACKNEY: LONDON FIELDS Somos la basura, pasada de moda e indeseada. Tirada en pavimentos mojados y dejada ahí durante semanas, esperando a que se convierta en objetos de…
Alpha Decay, 2017. 86 páginas. Tit. or. Down Below. Trad. Francisco Torres Oliver. La pintora Leonora Carrington no se limitó, como sus compañeros surrealistas, a tratar temas oníricos. Se metió de lleno en la locura y, al escapar de los horrores de la segunda guerra mundial recaló en la España de Franco. Allí se le diagnosticó y encerró en un sanatorio mental. Este breve libro es una descripción de esa experiencia. No esperen un relato de horrores psiquiátricos. Se trata del punto de vista de una persona cuya percepción de la realidad está completamente distorsionada. Es la narración de un sueño que transcurre en la vida real. Sabiendo que no es invención, que estamos ante un diario alucinado, se me han puesto los pelos de punta. Muy recomendable. Subí corriendo a la azotea del hotel y lloré, contemplando la ciudad encadenada a mis pies, una ciudad que era mi deber liberar. Bajé a la habitación de Catherine y le pedí que me mirara la cara; le dije: «¿Te das cuenta de que es la imagen exacta del mundo?». Ella se negó a escucharme y me sacó de su habitación. Baje al vestíbulo del hotel y, entre la gente, encontré a…
Alpha Decay, 2009. 330 páginas. Tit. or. The contorsionist’s handbook. Trad. María Alonso Gómez. El protagonista de esta historia es un estafador capaz de elaborar un perfil falso con toda la documentación en regla, pero tiene un problema. De vez en cuando le dan unos ataques de dolor de cabeza tan brutales que se toma todo lo que se le pone por delante y pilla una sobredosis. En el hospital, para que no lo cataloguen como un suicida y lo internen en un psuquiátrico, tiene que tener la habilidad suficiente para engañar a los evaluadores. Tenía este libro en la mesilla de noche, sin abrir, preparado para su lectura cuando me atacó un virus intestinal que me hizo vomitar lo que no sabía que tenía dentro y encadené con una migraña terrible que apenas me permitió arrastrarme a urgencias. Allí me dieron algunos analgésicos que no cumplieron su misión porque yo, como el protagonista de la historia también he padecido dolores de cabeza que te dan ganas de arrancártela de cuajo. Era algo que tenía controlado desde hace tiempo y ha querido la casualidad que se alineara con la lectura. Dejando de lado anécdotas personales el libro se deja leer…