Ya avisamos en esta entrada: Reflexiones de repronto que están surgiendo nuevos modos de hacer televisión. Dónde antes hacÃa falta un buen presupuesto y alguna cadena interesada, ahora sólo hace falta tener talento. El resultado salta a la vista; no sé si es lo más grande de la blogocosa, como afirmó en su dÃa -y se mantiene- Don Absence, pero sin duda es algo grande. A mà me lo parece; por ser pioneros, por la calidad de la serie y por los buenos ratos que me han hecho pasar.
Aquà les dejo con los enlaces y un breve resumen de la segunda parte de la primera temporada:
Todo el mundo critica el arte contemporáneo; parece increÃble que puedan pagarse fortunas por algo que parece hecho por un niño de cuatro años. ¿Cómo hemos llegado a esta situación? La explicación la encontrarán en este capÃtulo.
¿Qué es tecnologÃa para el hombre de la calle? Algo que necesita un manual de instrucciones. No importa su complejidad, lo importante es que asombre y que tenga lucecitas. En el laboratorio de repronto han encontrado el aparato tenológico mÃnimo: les sorprenderá.
Entrado el siglo XXI parece que todas las minorÃas están consiguiendo vencer los prejuicios apareciendo en pelÃculas y series de televisión ¿Todas? No. Una pequeña minorÃa silenciosa parece ver censurada cualquier aparición suya en la pantalla. La solución es posible.
Somos esclavos de la moda ¿Hay alguna manera de escaparse? ¿Podemos evitar determinados vestuarios? ¿Es cierto que hay que seguir lo que llevan las celebridades? Aunque parezca increÃble, puede ser que la clave esté en otro sitio. En el laboratorio lo han encontrado.
Las pelÃculas de miedo parecen estar dirigidas a los adolescentes. ¿Hay alguna manera de que cambie el público de estas pelÃculas? ¿A qué le tenemos miedo? La respuesta se encuentra en una pelÃcula aparentemente anodina que pone el dedo en la llaga. Uno de los mejores capÃtulos de la serie.
Los documentales se construyen a partir del punto de vista del presentador. DesconfÃen, porque nada es lo que parece.
Disfruten cada capÃtulo, porque merece la pena. Desde aquà sólo nos queda esperar con ansia la segunda temporada.
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