Editorial anagrama, compactos, 1999. 255 páginas.
Tit. or. The child in time. Trad. javier Fernández de Castro.
Venciendo al dolor
Uno de los mayores problemas que tenemos los lectores silvestres es descubrir buenos autores. Alejados de cenáculos literarios y sin amigos expertos a mano andamos a ciegas. Hasta que ha llegado internet y uno puede ver las recomendaciones de blogs de gente de buen gusto. Este autor me lo recomendó Francisco Herrera, y desde aquí quiero agradecerle la recomendación.
La hija de Stephen, un escritor de éxito de libros infantiles, desaparece de improviso cuando están en el supermercado. La pérdida de su hija provocará que su matrimonio se hunda. Mientras, su editor y amigo Charles, una joven promesa de la política, se ha retirado de la vida pública.
McEwan nos habla de muchas cosas, y lo hace bien. La escena de la desaparición de la hija está escrita con maestría; por unos momentos nos introducimos en la mente del protagonista y compartimos su pérdida. Las aburridas reuniones sobre educación a las que asiste el protagonista le permiten ejercitar una permanente crítica a un sistema político tatcheriano. El final -que no puedo contar- es una triquiñuela efectiva que me sacudió emocionalmente (ya saben, mi sensibilidad de quinceañera 😛 -aunque, para ser sinceros, lo primero que pensé fue ‘¡Que hijo de…! 😉 ).
Muy recomendable. Les gustará la prosa y lo que cuenta. No me lo agradezcan a mí, sino a Francisco Herrera (que, hablando de niños, tiene uno precioso).
(Un día, un libro 281/365)
Escuchando: Paloma Negra. Lila Downs.
5 comentarios
Como madre que soy, ver películas como La vida es bella me produce un placer dañino, mezcla de bienestar y desasosiego. El libro que recomiendas hoy y por la magnífica reseña que haces del mismo, entra dentro de esa belleza que Rilke no tardaría en calificar de «terrible». Quizás, cuando mis hijos crezcan lo suficiente en mi corazón, me refiero, sea capaz de no inmiscuirme peligrosamente en la historia que se me da.
Quizás, algún día…
La escena en la que se describe el momento en que pierde a su hija en el supermercado pone la piel de gallina, pero el final es bastante esperanzador.
Muchas gracias por los agradecimientos inmerecidos y me alegra mucho que te haya gustado otro volumen McEwan. A ver si yo también leo este «Niños en el tiempo» que todavía no he comprado. Un abrazo de mi parte (y, por supuesto, de la de Mario).
Se merecen las gracias, por esta y otras recomendaciones. Sólo que a McEwan no lo hubiera leído nunca si no es gracias a ti. Tengo otros agradecimientos pendientes contigo -Saunders, por ejemplo-.
Un abrazo.
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