Jeanette Winterson ¿Por qué ser feliz cuando puedes ser normal?

mayo 19, 2016

Jeanette Winterson, ¿Por qué ser feliz cuando puedes ser normal
Lumen, 2012. 250 páginas.
tit. Or. Why be happy when you could be normal? Trad. Álvaro Abella Villar.

Tiene muchas de las cosas que no me gustan en un libro, pero me ha gustado. ¿Por el papel de sostén de los libros en la vida de la protagonista? ¿Por compartir la experiencia de ver arder tu biblioteca? ¿Por frases cómo ‘empecé a leer por orden alfabético. Por suerte se apellidaba Austen’?
Da igual, más allá del efectismo sentimental y de un final anticlimático como la vida misma recomiendo su lectura.

Calificación: Bueno.

Mi madre tenía una mente suspicaz, pero aun cuando no la hubiera tenido, era evidente que su hija estaba trepando en el mundo.
Una noche entró y vio la esquinita de un libro asomando por debajo del colchón. Lo sacó y lo examinó con su linterna. Fue una elección desafortunada: D. H. Lawrence, Mujeres enamoradas.
La señora Winterson sabía que Lawrence era un satánico y un pornógrafo, y después de tirarlo por la ventana, se puso a hurgar y revolver, y yo me bajé a trompicones de la cama mientras ella tiraba un libro tras otro al patio de atrás por la ventana. Yo cogía algunos libros e intentaba ocultarlos, el perro corría con ellos, mi padre observaba la escena impotente y en pijama.
Cuando mi madre terminó, cogió la estufita de parafina que usábamos para calentar el cuarto de baño, salió al patio, derramó la parafina sobre los libros y les prendió fuego.
Los contemplé arder, y recuerdo que pensé en cuánto calor, cuánta luz había en la gélida y saturnal noche de enero. Los libros siempre habían sido luz y calor para mí
Los había forrado todos con papel de plástico porque eran preciosos. Ahora ya no estaban.
Por la mañana, había pedazos de textos dispersos por todo el patio y en el callejón. Rompecabezas chamuscados de libros. Recogí algunos de los cachos. Probablemente por eso escribo así, recogiendo pedacitos, insegura de la continuidad de la narrativa. ¿Qué dice Eliot? «Estos fragmentos he orillado contra mis ruinas…»

4 comentarios

  • Cities: Walking mayo 19, 2016en3:58 pm

    «normal» y «feliz» son adjetivos a evitar a toda costa, en todo contexto y en toda situación. Y más aún en una misma frase.

  • Palimp mayo 20, 2016en7:52 am

    La autora vivió bajo la autoridad de su madre adoptiva, cristiana dogmática. Cuando le confesó que estaba enamorada de otra chica, que con ella era feliz, su madre le espetó ‘¿Por qué ser feliz cuando puedes ser normal?’
    El título no es optimista, sino todo lo contrario.

  • Cities: Walking mayo 23, 2016en9:50 am

    Y si hay un sustantivo a evitar en conjunción con los adjetivos normal y feliz es… ¡familia!
    😉

  • Palimp mayo 27, 2016en8:35 am

    ¡Uy, las familias, que peligro tienen!
    😀

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