Tránsito, 2023. 174 páginas. Tit.or. Little labors. Trad. Inga Pellisa. Recopilación de artículos que van desde el pensamiento breve o anotación fugaz hasta la reflexión más pausada, girando todo alrededor del hecho de tener (cuidar) a una hija y hacerlo compatible con su labor profesional de escritora. Nos puede contar el día a día y la afición del puma (como llama cariñosamente al bebé) por el desorden, o hacer una lista de cuantas mujeres escritoras de éxito han tenido hijos. Contarnos cómo tener un bebé cambia la mirada de la sociedad hacia la mujer, haciéndola, por ejemplo, invisible a hombres entre 20 y 40, o hablarnos del Libro de la almohada, de la dama de la corte Shônagon. Si muchas veces me he quejado de libros parecidos a éste calificándolos de prosa de facebook, esto es, las cosas insustanciales que me pasan a mí le pueden interesar a los demás (y siempre es que no), en esta ocasión la cosa es diferente. Aquí las reflexiones son interesantes, pertinentes y la calidad de escritura muy alta. Recomendable. Los efectos de la puma en los demás, tres Paseando con la puma, sobre todo cuando era muy pequeña, descubrí que los chicos negros…
Tránsito, 2021. 154 páginas. Tres monólogos de tres mujeres diferentes. Una mujer mbyá que tiene gemelos cuando en su cultura es señal de adulterio y que tiene que quedarse en la casa de su cuñada para no volver al pueblo. Una joven alemana que se escapa con su hermano a un nuevo mundo donde nadie sepa de sus relaciones incestuosas. Una bordadora que se maravilla ante el ballet y que empieza a tener sus primeras relaciones sexuales mientras lleva un diario. He recomendado esta editorial en el podcast Punto de libro porque prácticamente todos los libros que leo -y este no es una excepción- comparten un extremo cuidado con el lenguaje, narran unas historias que son como cuchillos y, en general, su lectura no te deja indiferente. Me ha encantado la libertad que se toma la autora con el lenguaje, de manera justificada porque en los dos primeros casos son mujeres cuya lengua materna es otra y, en el tercer caso, por el hálito poético y un tanto alienado de la protagonista. Ha sido una delicia leerlo y las historias, dramáticas, me han dejado como una gelatina. Muy bueno. —Toda la culpa —respondía, por mí, Eugenia—. Ella piensa que fue…
Tránsito, 2018. 104 páginas. Tit. or. La mémoire de l’air. Trad. Raquel Vicedo. Todo comienza con un sueño en el que la protagonista ve a una mujer muerta dentro de un pozo. La narración se desliza a su última relación, tormentosa, hasta el punto que nos habla de su pareja como ‘el de antes’ que acaba siendo Deantes. Después se desliza todavía más abajo hasta un recuerdo traumático de su juventud. Una prosa delicada que te pega puñetazos en el estómago. La trama se desenvuelve con tranquilidad, con mucha calma, y se te va pegando en la piel, y te va dejando heridas que apenas se ven. Una delicia de libro, a pesar de su dureza y de lo desvalida que está la protagonista -o precisamente por eso. Mucho ojo con la editorial Tránsito que está publicando pequeñas maravillas. Muy bueno. Parece que todo amor es político. Es político el modo en que una mano se posa sobre la nuca, la rodilla, el vientre; la historia que ha modelado esa mano, la memoria que la dirige, su intención secreta. Las manos de Deantes eran pesadas, igual que decimos de un sueño que es pesado hasta tal punto que sólo salimos…
Tránsito, 2018. 140 páginas. Clara vive sin salir de su casa, dentro de un ambiente asfixiante en el que está su padre, con la mente confusa, su hija, que ha nacido dentro de esas cuatro paredes, y un canario enjaulado. De los oscuros esqueletos de deseo escondidos en el armario pasamos a la búsqueda de la libertad en una azotea a la que no puede subir, mientras la falta de dinero va provocando una decadencia que se hace insoportable. Me ha gustado más que aquella Mugre rosa porque, a pesar de que no es redonda, el retrato de esa especie de familia perturbada llevada con mano ansiosa por la protagonista consiguió en más de una ocasión desasosegarme por completo. No acabo de ver la importancia de esa azotea que da título al libro y hay muchos cabos que quedan colgando, pero en general se disfruta de su lectura. Bueno. Cuando volví a casa hice tallarines y herví las verduras. Ya era suficiente escarmiento. Lo primero que noté fue que papá no estaba en la cama. Había un olor feo a humedad y al caminar tuve una sensación rara debajo de los zapatos, como si el piso crujiera. Prendí la luz…
Tránsito, 2021. 164 páginas. Un recorrido río arriba de una madre y su hijo, en busca de un encuentro que la madre preferiría evitar. Un viaje por una herida llena de peces y de angustia con un final que se adivina angustioso. No me gustaría decir casi nada de la novela, porque la autora decide, sabiamente, en qué momento dar cada una de las informaciones que da y no me gustaría chafarle el plan. Sobre todo en un libro tan bello, tan bien construído, tan emotivo, cuya herida líquida alcanza también al lector. Que nos habla de la maternidad (las maternidades), el dolor, la violencia y la incertidumbre. Normalmente mis lecturas están bastante pautadas, este libro lo cogí por un impulso (aunque la editorial es de toda confianza) y menudo descubrimiento. Una de las mejores lecturas de este año que empieza. Me ha conmovido hasta el tuétano. Impresionante. Muy bueno. Una papaya era lo más parecido a una barriga primeriza. Pensaba en la tristeza de las mujeres estériles o las que suplican arrodilladas en la iglesia por un bebé que no muera al quinto mes, que no explote dentro de ellas a media noche. A mí me habían regalado uno,…