Siruela, 2011. 218 páginas. Excelente compilación de relatos alrededor de la muerte. Buena la selección y la escritura de los mismos, algo que por desgracia no suele ser habitual en este tipo de recopilaciones. Está dividido en diferentes secciones temáticas (La que da la vida, la burlada,…) que vienen precedidas por poemas o citas y ha sido una verdadera delicia leerlo. El Güercu (asturiano) Nadie sabe bien cómo es el Güercu, pero se aparece con la figura de un hombre vestido de negro y callado, muy callado, y cuando alguien lo ve: se acabó. A veces se aparece en forma de pájaro negro. Dicen que una vez se presentó el Güercu en forma humana a un paisano que tenía muchos hijos porque hacía mucho que estaba casado. Y dicen que al Güercu debió de darle pena el paisanín y todos aquellos hijos que se quedaban sin padre, porque se le apareció mientras estaba cavando en la huerta el día antes de que le tocase llevárselo y le dijo: -Xuan, eres el próximo en mi lista, así que mañana a las doce de la noche voy a venir a por ti, te aviso para que te prepares, que sé que tienes…
Siruela, 2010. 220 páginas. Tit. Or. Jetë në një kuti shkrepësesh. Trad. Ramón Sánchez Lizarralde. La muerte accidental de una visitante trastocará la vida de Bledi, antiguo reportero que sobrelleva como puede la separación de su pareja. Los recuerdos de su niñez en una casa pequeña, con apenas un sótano como espacio de libertad, pondrán en contexto su triste vida. Lo mejor del libro es la alternancia entre el estilo de la narración de los sucesos del presente, en una prosa más impersonal, y los de los recuerdos, en primera persona, y como se van mezclando, diluyendo los límites, a medida que nos aproximamos al final. Y por supuesto el retrato de una Albania con sus intrigas políticas y su vida en apartamentos tan pequeños como una caja de cerillas. ¡Ya es suficiente!, me diréis vosotros. ¡Hace falta estar enfermo para contar semejantes banalidades! Tal vez tengáis razón, pero ése no es mi problema. Si pertenecéis a la categoría de los afortunados que no han pasado la mayor parte de su vida en el espacio de las dimensiones de una caja de cerillas, es inútil que me extienda, difícilmente me comprenderéis. Un espacio así os comprime. Incluso si más tarde…
Siruela, 2014. 380 páginas. Tit. Or. The goddesses and gods of old Europe. Trad. Ana Parrondo. Antes del faro luminoso de Grecia y del derecho romano había civilización en Europa. No tan sofisticada como la mesopotámica en la misma época, pero merecedora de estudio. Al fin y al cabo, también de allí venimos. En este libro se analiza una gran cantidad de resto hallados en diversos yacimientos. La riqueza de la cultura es impresionante, tanto como el absoluto desconocimiento que tenía de ellas. El libro se centra, como indica el título, en las representaciones de las diosas, ya que se supone que la sociedad en esa época valoraban la fertilidad y las diosas tenían un papel preponderante. Es un libro muy técnico, pero se sigue bien por gente inexperta como un servidor. En vez de fragmentos de texto les dejo algunas imágenes que ilustrarán mejor el contenido.
Siruela, 2008. 152 páginas. Tit. Or. My life in the bush of ghosts. Trad. Maribel de Juan. Huyendo de la guerra un niño se interna en la maleza, que resulta ser la entrada a un mundo mágico habitado por fantasmas. Con un periplo a medio camino entre Alicia y el país de las maravillas y una pesadilla de Stephen King irá recorriendo diferentes pueblos y sobreviviendo en un entorno extraño. El libro tiene muchas cosas buenas: es original, usa una prosa más cercana a la narración oral que a la académica, es un buen combinado de imaginación y la tradición cuentística de África, nos sumerge en un ambiente onírico muy sugestivo. Por contra a veces las aventuras pecan de repetitivas, huyendo de un poblado de fantasmas para acabar en otro no muy diferente. La experiencia de asomarse a otro mundo narrativo. El pueblo sin esperanza Cuando entramos en este maravilloso pueblo que es el pueblo sin esperanza, fuimos derechos a casa de su abuela en donde nos encontramos con muchos fantasmas que nos recibieron con alegría porque son de su familia. Pero no vi a su abuela, porque estaba encarcelada dentro del fuego eterno. Cuando entramos en este pueblo sin…
Siruela, 2004. 158 páginas. Tit. or. Der räuber. Trad. Juan de Sola Llovet. El libro que leí antes de éste, Ágape se paga de Gaddis, tiene el mismo espíritu fragmentado, pero, pese a haber sido escrito muchos años después, me pareció mucho peor. La novela trata -si es que trata de algo- del enamoramiento del bandido por una camarera, narrada por un escritor que continuamente se dirige a nosotros y que parece tener oídos en todas partes. Escrita en microgramas -escritura pequeña y apretada en hojas sueltas y descifrada con dificultad por los editores- parece ser que se escribió en 1925. Hace 90 años y parece más moderna que el 90% de lo que se publica ahora. Hay frases, párrafos enteros, que son deslumbrantes. Las aventuras del bandido son un breve hilo conductor entre reflexiones, recursos estilísticos y malabarismos con el lenguaje. Una auténtica sorpresa y una verdadera delicia. Muy recomendable. Antes de ocuparnos de la mujer extravagante a quien el bandido encontraba simpática —«la gente que tiene caprichos por lo menos tiene algo», pensaba él—, quisiéramos presentarles a dos compañeros de colegio del bandido. Ambos llegaron muy lejos. Uno se hizo médico; el otro, impresor. Con el tiempo, este…