Joan Josep Tharrats. Dau al set i la seva època.
Ensayo / abril 5, 2022

Parsifal, 1999. 290 páginas. Recopilación de diferentes artículos de Tharrats, no siempre alrededor del grupo Dau al set. Hay tres partes diferenciadas. La primera (1948-1956) sí que recoge artículos publicados en la revista o en otras publicaciones pero relacionadas con el grupo. La segunda, cronológicamente cercana a la primera (1952-1959), son artículos de crítica pictórica que publicaba en otras revistas. La última (1984-1992) son artículos publicados en el Diari de Girona, en muchas ocasiones homenajes o recuerdos de artistas de la época. Lo mejor de estos artículos es que están escritos por alguien que estuvo al lado de las figuras que ahora consideramos míticas, y nos da un punto de vista personal y con anécdotas a pie de calle que resultan muy interesantes. Pero debo confesar que me ha dejado un poco frío, y es que las recopilaciones de artículos no suelen gustarme mucho. Bueno. UN TEMPS I UN LLOC PER A «DAU AL SET» (I) Aquesta memòria, que pot tenir els capítols que m’accepteu, no anirà seguint el curs ordenat del temps. La lluna dels records sol aflorar com un llampagueig atzarós que posa al descobert, amb intermitències, un quadre de la nostra realitat somniada o assumida. Sabem que…

Ángel Zuñiga. Barcelona y la noche.
Ensayo / diciembre 31, 2021

Parsifal, 2001. 190 páginas. Llegué a este libro a través de la entrevista al autor en el programa A fondo muy bien reeditado ahora por EDITRAMA en youtube. Me pareció una persona inteligente salvando algún detalle racista de su discurso. Hace una descripción de la noche barcelonesa de la época (está escrito en 1948) y es curioso ver cómo eran las terrazas, los locales de alterne, las tonadilleras, las fiestas populares. Un poco de arqueología de la juerga nocturna. Pero para el lector de ahora poco hay que rascar. La prosa del autor no es de las que atraviesan el tiempo y los hechos que narran hace tiempo dejaron de existir, así que aunque es curioso, no es muy recomendable. Si lo comparo con las crónicas de Irene Polo que leí hace poco la diferencia es enorme. Se deja leer. Y, como intermediario, demostraba unas condiciones que ningún otro ha repetido. Y no será porque no haya tenido imitadores, como todas las cosas buenas. Sabía entender, como nadie también, en qué consiste ese contacto directo que se establece entre el público y el artista y cómo hacer reír, con las cosquillas de sus palabras, hasta a las gentes más reacias…