Ramón del Valle Inclán. Martes de Carnaval.

abril 12, 2012

Ramón del Valle Inclán, Martes de Carnaval
Espasa-Calpe, 1988. 246 páginas.

Sigo empapándome de Valle Inclán, cuya calidad y su modernidad me sigue sorprendiendo. En este caso un volumen compuesto por los siguientes esperpentos:

Las galas del difunto
Los cuernos de don Friolera
La hija del capitán

A destacar la cualidad metateatral de Los cuernos de don Friolera, la crítica social de La hija del capitán -que me ha recordado bastante a La corte de los milagros– y, sobre todo, la crueldad de Las galas del difunto, en clave de folletín -como el propio texto, con cinismo, indica-.

Calificación: Muy bueno.

Un día, un libro (225/365)

Extracto:
Póngamelo usted más claro, Don Estrafalario. ¡ Expliqúese!
DON ESTRAFALARIO
Los sentimentales que en los toros se duelen de la agonía de los caballos, son incapaces para la emoción estética de la lidia. Su sensibilidad se revela pareja de la sensibilidad equina, y por caso de cerebración inconsciente, llegan a suponer para ellos una suerte igual a la de aquellos rocines destripados. Si no supieran que guardan treinta varas de morcillas en el arca del cenar, crea us-| ted que no se conmovían. ¿Por ventura los ha visto usted llorar cuando un barreno destripa una cantera?
DON MANOLITO
¿Y usted supone que no se conmueven por estar más lejos sensiblemente de las rocas que de los caballos ?
DON ESTRAFALARIO
Así es. Y paralelamente ocurre lo mismo con las cosas que nos regocijan: Reservamos nuestras burlas para aquello que nos es semejante.
DON MANOLITO
Hay que amar, Don Estrafalario. La risa y las lágrimas son los caminos de Dios. Ésa es mi estética y la de usted.
DON ESTRAFALARIO
La mía no. Mi estética es una superación del dolor y de la risa, como deben ser las conversaciones de los muertos, al contarse historias de los vivos-
DON MANOLITO
¿Y por qué sospecha usted que sea así el recordar de los muertos?
DON ESTRAFALARIO
Porque ya son inmortales. Todo nuestro arte nace de saber que un día pasaremos. Ese saber iguala a los hombres mucho más que la Revolución Francesa.
DON MANOLITO
¡ Usted, Don Estrafalario, quiere ser como Dios!
DON ESTRAFALARIO
Yo quisiera ver este mundo con la perspectiva de la otra ribera. Soy como aquel mi pariente que usted conoció, y que una vez, al preguntarle el cacique, qué deseaba ser, contestó: «Yo, difunto.»


Un mirador en el Círculo de Bellas Artes. Tumbados en mecedoras, luciendo los calcetines, fuman y bostezan tres señores socios: Un viejales camastrón, un goma quitolis y el chulapo ayudante en el tapete verde. Se oye la gresca del billar, el restallo de los tacos, las súbitas aclamaciones. El viejales camastrón, con los lentes de oro en la punta de la nariz, repasa los periódicos. Filo de la acera encienden sus faroles los simones. Pasa la calle el campaneo de los tranvías y el alarido de los pregones.
PREGONES
¡Constitucional! ¡Constitucional! ¡Constitucional! ¡Clamor de la Noche! ¡Corres! ¡Heraldo! ¡El Constitucional, con los misterios de Madrid Moderno !
EL CAMASTRÓN
¡Cerrojazo de Cortes, crimen en puerta! ¡Señores, qué manera de hinchar el perro!
EL QUITOLIS
¿Cree usted una fantasía la información de El Constitucional ?
EL CAMASTRÓN
Completamente. ¡ La serpiente de mar que se almuerza a un bañista todos los veranos! ¡ Las orgías de Madrid Moderno! ¿Ustedes creen en esas saturnales con surtido de rubias y morenas?

2 comentarios

  • Heimdall abril 12, 2012en9:40 am

    A mí es que me encanta Valle-Inclán. Me parece un absoluto genio. Aunque, por preferir, prefiero las Sonatas.

  • Palimp abril 14, 2012en1:37 pm

    Igual que a mí, aunque yo prefiero su teatro.

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