Elia Barceló. El mundo de Yarek.
Alan Dean Foster. Nuestra señora de la máquina.
Gustavo Santos y Henry Humberto Rojas. Baibaj.
Ediciones B, 1994. 285 páginas.
Pasito a pasito
Seguimos con la serie de los premios UPC, de los que a partir de ahora pondré el enlace correspondiente a la página Cyberdark, verdadera biblioteca virtual de temas de ciencia ficción. Aprovecho también para comentar la presentación que Miquel Barceló en todos los volúmenes. Puede resumirse en una frase de Brian W. Aldiss ‘El premio internacional UPC será el más importante de la ciencia ficción en Europa’ frase que, con diversas variaciones, aparece en toda la colección. Señor Barceló: ya nos hemos enterado. Otra anécdota: El premio al miembro de la UPC fue otorgado ex-aequo. Por no alargar el volumen, Barceló decidió incluir sólo Baibaj, dejando fuera a Las trece estrellas de Alberto Abadía, por considerarlo de inferior calidad. En mi humilde opinión podría haberse ahorrado las explicaciones que creo no hacen ningún favor a Alberto. No sé los intríngulis de la decisión, pero me encantaría saberlos.
Dejemos los cotilleos a un lado y veamos el resumen de las tres novelas:
El mundo de Yarek
Elia Barceló
Yarek es un xenobiólogo que está desterrado en un planeta por haber cometido un terrible error en la catalogación de la especie dominante de un planeta, error que causó su exterminio. Pero el mundo sin vida dónde está atrapado alberga más de una sorpresa.
Nuestra señora de la máquina
Alan Dean Foster
En un futuro con ambientación cyber-punk, el inspector Cárdenas deberá encontrar el origen de unas misteriosas apariciones marianas que se dedican a extorsionar a los comerciantes de la zona. ¿Milagro o tecnología?
Baibaj
Gustavo Santos y Henry Humberto Rojas
Los laboratorios de Geneptics, Inc ocultan un terrible secreto que puede suponer el fin de la raza humana. Pero un trabajador del complejo descubrirá su plan ¿Podrán detenerlo a tiempo?
Como siempre, considero a la novela finalista mejor que la ganadora. Aunque el final de ‘El mundo de Yarek’ salve al resto de la novela, esperaba más de Elia Barceló. Con el mismo armazón podría haber montado un libro mejor. La finalista, sin ser excesivamente original, está bien escrita y se lee con gusto. Que fuera con posterioridad ganadora del Premio Ignotus parece darme la razón. Por su parte, ‘Baibaj’, me ha dejado bastante frío; demasiada mezcla de cosas al servicio de una historia algo manida.
El último volumen de la ‘infancia’ de los premios. A partir de aquí entramos en la adolescencia.
(Un día, un libro 227/365)
Escuchando: Toada do desengano. Mariza.
4 comentarios
Hola,
Mi nombre es Alberto Abadía y soy el autor de Las 13 estrellas. Actualmente, vivo la mitad del tiempo en Kazajstan y la otra en Washington, DC. Si quieres te cuento los «intringulis de la decision», como preguntas:
El señor Barceló me hizo saber, poco después de fallo del jurado, que, desafortunadamente, la editorial no iba a publicar uno de los dos libros que ganaron ex-aequo la Mención Especial. Él dijo que había que tomar una decisión, quizás por sorteo o alguna otra forma. Dado que eso no era lo que establecían las bases del concurso, le pedí que las respetase, ya que no veía justo que ninguno de los dos libros se viera perjudicado.
Tuvimos una fuerte discusión y, a raiz de eso, me imagino que el Sr. Barceló decidió que mi libro era de peor calidad que el otro, lo cual es curioso, dado que ambos ganaron el premio ex-aequo, a ojos de todo jurado, pero me imagino que el criterio del Sr. Barceló es más sabio.
Pensé en denunciar al Sr. Barceló en su momento, pero yo era un estudiante, entonces, de la UPC y el Sr. Barceló era un peso pesado allí (y, a lo visto, con presunto talante vengativo), por lo que no quise meterme en problemas.
No me parece que mi libro fuera excelente, pero no escribí in 10 años porque me pareció, después de eso, que ése era un mundo totalmente corrupto y viciado. Ahora, despúes de viajar por todo el mundo y estar en DC cuando el atentado del S-11, y hacer otras cosas interesantes como trabajar en el palacio de Saddam después de la guerra, me parece que ha llegado el momento de volver a ello… pero sólo como hobby, por si las moscas me encuentro con más Barcelós.
Saludos,
AA
Te agradezco la luz que arrojas ¡y de primera mano! Me sorprendió en su momento la crítica que hacía barceló de tu libro por ser totalmente innecesaria. Pensé que ‘había habido tomate’ y tus palabras lo confirman. Como dices, el tema no es tanto si tu novela era buena o no sino el incumplimiento de las bases y las palabras del prólogo que no te hacían ningún favor.
Si vuelves al ruedo avisa para hacer las reseñas de tu libro. Y si quieres enviar una copia del relato que no llegó a publicarse estaré encantado de leerlo.
Sí, parece que el Sr. Barceló es un peso demasiado pesado como para ignorarlo. A mí siempre me sobran sus comentarios, que no critico por ser de aficionado -y eso, mirusté, no es de recibo en un premio con tanto glamour como el UPC-, sino porque las argumentaciones están traídas por los pelos y, a veces, desprenden cierto tufillo, como en el caso que comenta Alberto Abadía. Además, creo que no le hacen ningún favor al género.
Estamos de acuerdo; es el precio que hay que pagar por tener una colección de ciencia ficción estable.