Incluye los siguientes relatos: Cómo regresamos de Marte: una historia que no se puede contar Un llamamiento a Adolf El advenimiento de Vertumnus La guerra de Blair El Muro Negro de Jerusalén El chico que perdió una hora, la chica que perdió la vida Cuando Jesús baja por la chimenea La gran evasión ¡Adelante! Jaulas Cuerpos perdidos El caminante del cementerio Las lágrimas de Stalin La Convención mundial de ciencia-ficción de 2080 El hombre-perro de Bucarest El ojo del ayatollah Enanos gigantes Vacaciones con secuestro Un paseo de consuelo con mi niño muerto Lo tenía descargado desde hace tiempo pero, no sé por qué, no esperaba mucho del libro. Pero me animé a leerlo por esta reseña en una bitácora amiga: Marte, Stalin y enanos gigantes. Ha sido una buena lectura. En un campo tan trillado como la ciencia ficción es difícil encontrar ideas originales. Y Watson las tiene a capazos. Cada uno de los relatos parte de una premisa original, en ocasiones muy original. Cuando el texto tiene una intención humorística, como en los dos primeros relatos, funciona estupendamente. Cuando no, depende. El último relato, que incluye una dominación mundial china como trasfondo y una terapia para superar la…
Gigamesh, 2016. 124 páginas. Regalo del día del libro por parte de la editorial Gigamesh. La Fibonacci es una nave espacio temporal que se dedica a rescatar pecios perdidos. Al encontrar una nave que no debería estar ahí se pondrá en marcha una serie de acontecimientos que incluyen el pasado y futuro remoto . Entretenida sin pretensiones y de fácil lectura. Es lo que es, un regalo para pasar el rato. Yatta es el oficial de integridad de la nave. Integridad en el sentido de que no haya fugas de aire, por ejemplo. Pero también se ocupa de la seguridad, por lo que es el primero en abordar las naves que recupera la Fibo; uno no puede transportar alegremente máquinas del tiempo al 2776 sin antes inspeccionarlas. Además, Yatta ha sido condicionado (de lo cual sus compañeros de tripulación son conscientes, aunque Hornero no debería serlo), sí, condicionado para impedir cualquier visita no autorizada a la Tierra del pasado en caso de que Hornero la consintiera o la iniciara. Yatta es mayormente japonés-español y se encarga de que se hagan las cosas. Es bajito, moreno y fornido, y tiene unas cejas semejantes a un par de orugas de polilla gigante…