Llegué a esta poeta a través de la magnífica antología Poesía soy yo. Me impresionó lo depurado de sus versos, sus repeticiones hipnóticas y el desgarro vital que atraviesa su obra, pura desesperación hecha poema.
He disfrutado cada página de este libro y dejo una abundante muestra. Podría haber puesto cien poemas más, porque todos son maravillosos. Pueden leer un buen artículo en este número de la Revista letraherida
Excelente.
Si hubiera tiempo, el tiempo
podría ser un mar
y los días, las olas.
Si hubiera dios, si hubiera,
dios podría ser un mar
y sus gestos, las olas.
Si hubiera, si pudiera,
si aún pudiera llorar,
lloraría al tiempo, a dios
y a tantos otros muertos.
VERANO
Mediodía
Transparentes los aires, transparentes
la hoz de la mañana,
los blancos montes tibios, los gestos de las olas,
todo ese mar, todo ese mar que cumple
su profunda tarea,
el mar ensimismado,
el mar,
a esa hora de miel en que el instinto
zumba como una abeja somnolienta…
Sol, amor, azucenas dilatadas, marinas,
ramas rubias sensibles y tiernas como cuerpos,
vastas arenas pálidas.
Transparentes los aires, transparentes
las voces, el silencio.
A orillas del amor, del mar, de la mañana,
en la arena caliente, temblante de blancura,
cada uno es un fruto madurando su muerte.
PARAÍSO PERDIDO
Lejano infancia paraíso cielo
oh seguro seguro paraíso.
Quiero pedir que no y volver. No quiero
oh no quiero no quiero madre mía
no quiero ya no quiero no este mundo.
Harta es la luz con mano de tristeza
harta la sucia sucia luz vestida
hartas la voz la boca la catada
y regustada inercia de la forma.
Si no da para el día si el cansancio
si la esperanza triturada y la alta
pesadumbre no dan para la vida
si el tiempo arrastra muerto de un costado
si todo para arder para sumirse
para dejar la voz temblando estarse
el cuerpo destinado la mirada
golpeada el nombre herido rindan cuentas.
No quiero ya no quiero hacer señales
mover la mano no ni la mirada
ni el corazón. No quiero ya no quiero
la sucia sucia sucia luz del día.
Lejano infancia paraíso cielo
oh seguro seguro paraíso.
VEN
Si fuera un ángel negro
o una madre
si se pudiera hablarle
convocarla
como hacían los poetas
–ven muerte ven que espero–
si fuera un dios voraz
alguien que oyera alguien
que comprendiera
toda esta noche
toda
estaría invitando
estaría ofreciendo
estaría clamando
rompiendo el aire el techo el cielo
con mi voz
ven muerte ven
que espero.
Toda esta noche
toda
hasta que al fin
oyera.
Y SEGUIRÁ SIN MÍ
Y seguirá sin mí este mundo mago
este mundo podrido.
Tanto árbol que planté
y versos que escribí en la madrugada
y andarán por ahí como basura
como restos de un alma
de alguien que estuvo aquí
y ya no más
no más.
Lo triste lo peor fue haber vivido
como si eso importara
vivido como un pobre adolescente
que tropezó y cayó y no supo
y lloró y se quejó
y todo lo demás
y creyó que importaba.
DÓNDE
Dónde el sueño cumplido
y dónde el loco amor
que todos
o que algunos
siempre
tras la serena máscara
pedimos de rodillas.
QUIERO
Quiero hacer que te olvides de tu nombre
en mi cuarto en mis brazos
quiero amarte
quiero romper al fin
vencer tu piel
y meterme en tu sangre para siempre.
Quiero que hagamos uno
ser tú mismo
enseñarte una última caricia
envolverte cegarte
obedecerte.
Quiero hacerte gemir
quiero quebrarte
deshacerte de ti
anonadarte
que no sepas
no seas
que te entregues
que te olvides
que acabes
que te mueras.
ANOCHE
Anoche entre mis sueños
puñado de cenizas
hice el amor contigo
sereno y exquisito
contigo que hace tanto
hace tanto estás muerto.
Uno siempre está solo
pero
a veces
está más solo.
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