Editorial Mondadori, 2004. 120 páginas.
Amor de última hora
Un amigo me ha dejado este libro que no hubiera comprado ni loco, pero que cierta curiosidad malsana me impelía a leer. Satisfecha esta última, ya puedo dormir tranquilo y decir a todos aquellos que no lo hayan leído que pueden hacer lo mismo.
Nos encontramos con un producto editorial al cien por cien; el bombazo de publicar la primera obra de Gabriel García Márquez después de 10 años de silencio ha tenido el éxito esperado; número uno automático en todas las listas de ventas. No creo que el producto esté a la altura, pero, en todo caso, siempre es mejor que engendros del tipo ‘El Código DaVinci’. ‘Memoria…’ puede ser floja, pero al menos no es mala.
La historia es simple; un anciano, en el momento de cumplir sus 90 años, decide por fin aceptar el ofrecimiento de una alcahueta y pasar la noche con una muchacha virgen. Pero llega el momento y equivoca el camino al caer más en los brazos del amor que de la lubricia. El acontecimiento cambiará su vida por completo.
No me gusta decir cosas como las que voy a decir, pero haré una excepción. El libro tiene cinco capítulos. Si García Márquez sólo hubiera escrito el primero, tendríamos un relato excelente. Si hubiera escrito diez más, podríamos tener una buena novela. El libro dista mucho de ser redondo, y confieso estar algo decepcionado. Empezando por el título al que no lo pego ni con calzador al libro.
Y no estoy de acuerdo con el comentario de Kalle Olson, ya que no veo la redención por ninguna parte. Lo mejor, lo siguiente:
Así que vete a buscar ahora mismo a esa pobre criatura aunque sea verdad lo que te dicen los celos, sea como sea, que lo bailado no te lo quita nadie. Pero eso sí, sin romanticismos de abuelo. Despiértala, tíratela hasta por las orejas con esa pinga de burro con que te premió el diablo por tu cobardía y tu mezquindad. En serio, terminó con el alma: no te vayas a morir sin probar la maravilla de tirar con amor.
Si lo pueden conseguir en una biblioteca, o como yo, de un amigo, no lo duden; se lee rápido y no está mal. Pero desde mi tacañería habitual no recomiendo gastar 17 € en un macrorelato simpático pero con poca carne. Sólo en el caso de que la alternativa sea algún libro de Dan Brown.
(Un día, un libro 205/365)
Escuchando: La extraña posición. Mecano.
8 comentarios
Totalmente de acuerdo contigo. Es una novela floja, con poca sustancia. Me defraudó viniendo de quien viene. Pero en fin, no todo lo que escriba García Márquez va a teber que estar impregnado necesariamente de genialidad.
Ya hablamos de él en su día ¿te acuerdas? Hasta mi librera me decía que no se me ocurriera comprarme semejante timo a 17,00 € el kilo.
Ya veo que mi librera no me mintió y por supuesto que no me lo compré. Me basta con tu opinión reforzada.
Un abrazo.
Veo que coincidimos bastante. En el otro Cuchitril la cosa se animó mucho, porque salieron los defensores a ultranza de García Márquez diciendo que como podíamos decir esto. En fin…
No se si recuerdes que ya hablamos sobre este libro anteriormente, en Bog de Magda, y me pasó lo mismo que a ti en el anterior Cuchitril, lo recuerdo bien. En fin, para todo hay en la viña del señor, dice la frase popular.
Lo recuerdo. Espero que esta vez pase desapercibido…
buuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu muy buirno tu libro gabriel garcia marques me facino
me da una en señanza muy positiva que si me ubiera dado el lujo de conocerte te la daria y se que esto tu ni l overas poreos no te la doy
Yo defiendo su derecho a expresarse y el tal Marquez es un buen futbolista literario que anota goles en muchas porterías con arqueros que ven menos el esférico y disfrutan más el campo y el grito del estadio.
Indubitativamente que frente al texto el lector se proyecta y entonces el goce o el sufrimiento no emana del mensaje, sino de la capacidad del sujeto para construir placer o displacer en el momento histórico en que su imaginario enfrenta al de otro. Mejor suerte pa´la próxima.
No negamos a nadie su derecho a expresarse, ni siquiera a nosotros mismos a la hora de dar nuestra opinión.
¿Seguro que el goce o sufrimiento no emana del mensaje? Más bien creo que tiene la parte del león.