Editorial Espasa, 1984, 1999. 260 páginas.
Esta es una de las pocas veces que he visto la película antes que el libro -y con una diferencia de muchos años-. Se parecen bastante, y entre leer la obra de teatro y ver la película creo que puede ser más acertado lo segundo.
Acaba de estallar la guerra civil y asistimos a la vida diaria bajo esas condiciones de la familia de Luis y Dolores, junto con el resto de vecinos de la finca. Luisito quería, antes de la guerra, que le compraran una bicicleta. Pero esa bicicleta tardará mucho en llegar.
Fernán-Gómez fue un actor de categoría internacional pero opino como su amigo Haro Tecglen: como escritor era peor. Eso no quiere decir que fuera malo, pero no tenía tanto talento.
Matices aparte el libro está muy bien y tiene escenas memorables. Me ha gustado el particular punto de vista del autor. Si en el laberinto mágico Aub tiene siempre muy claro quienes son los que tienen la razón, Fernán-Gómez no hace este tipo de análisis. Expone cómo afecta la guerra a la gente corriente, que está al margen de ideologías. Porque en todas la guerras los que pierden son siempre los mismos.
Descárgalo gratis (la película):
Las.bicicletas.son.para.el.verano.[DVDRIP].[Xvid-MP3].by.SDGInn.avi
(Te hará falta el programa EMule)
Extracto:[-]
Maluli. — A mí, Bécquer. Tengo un libro con todas sus poesías. Me lo regaló papá.
Luis.—Las Rimas.
Maluli.—Sí.
LUIS. —Yo también lo tengo. Lo tenía mi padre, y yo me he quedado ahora con todos sus libros.
(MALULI desdobla el papel.)
Luís. —No, no lo leas ahora. Maluli. —¿Porqué?
Luis. —No sé… Pero… Me parece que me da vergüenza.
Maluli. —Qué tontería. (Va a leerlo.) LUIS. —No, de verdad, no lo leas. Además, te podría ver tu madre.
Maluli.—Sí, es verdad. (Se guarda el papel en el pecho.) Y ¿por qué has escrito una poesía para mí?
LUIS. —Bueno… no sé… Es una poesía a tus ojos cuando subes la escalera…, la escalera de aquí, de casa… Ya lo verás… Hablo de tus ojos y de mis ojos y de la escalera…
MALULI. —Sí; cuando nos cruzamos en la escalera, te quedas siempre mirándome.
Luis. — ¿Te habías dado cuenta?
Maluli.—Claro.
LUIS.—Cuando la leas, me dices lo que te ha parecido.
Maluli. —Pero si no nos vemos nunca, más que así, al pasar…
Luis. —Pues aquí, la próxima vez. Maluli. —¿Y si no hay más bombardeos? Luis. —En otro lado.
Maluli. —No puede ser. A mí no me dejan salir sola de casa.
Luis. —Podemos vernos sin salir de casa. Quiero decir, del edificio.
(MALULI le mira sin comprender.)
Luis. —Arriba en las guardillas. Maluli.—Yo no he estado nunca. Luis.—Yo sí. Porque voy a buscar los libros que tiene mi padre. Podemos vernos allí.
(Maluli tarda en contestar.)
LUIS. —¿Quieres que un día subamos? Maluli.—No, Luis; a eso no me atrevo.
(DOÑA María Luisa se acerca a DON Luis, que está ahora un poco apartado de los demás.)
Doña María Luisa. —Don Luis, yo quería decirle una cosa. Entre vecinos.
DON Luis. —Dígame, doña María Luisa.
Doña María Luisa.—Me han dicho… Bueno, ha llegado a mis oídos, que usted tiene víveres.
Don LUIS.— (Escandalizado.) ¿Yo? ¿Víveres?
Doña María Luisa.—Sí. Y creo que lo sé de buena tinta.
Don LUIS.—Qué barbaridad. Cómo es la gente. Pero si estamos muertos de hambre. Que lo que más me preocupa es lo de Luisito, por la edad en que le ha pillado esto.
Doña María Luisa.—Eso pienso yo de mi hija.
Don LUIS.—Pues mírelos ahora que están allí los dos juntos. No creo que uno esté más gordo que otro. ¿Cree usted que si yo tuviera víveres iba a dejar que mi hijo creciera hecho una angula? Lo que pasa es que, como usted sabe, estoy empleado en unas bodegas…
Doña María Luisa.—Sí, eso ya lo sabía. Desde antes. Pero ahora se han apoderado ustedes de las bodegas.
4 comentarios
Pues a mí me ha resultado muy buena la elección del fragmento. Ya había visto películas de Fernán Gómez, incluso hizo una cubana, «Gallego» basada en una novela homónima de Miguel Barnet, y sabía que algo había escrito, pero no lo había leído. Tal vez no haya sido buen escritor, pero todo parece indicar que algo tenía que decir, algo original y conservando la ingenuidad de los adolescentes, me resultó muy grato leerlo. Gracias,
AD.
Qué cosas. Ésta fue la primera obra de adultos que recuerdo haber visto en el teatro, con 14 años (seguramente ya habría visto algún Estudio 1 de TVE, pero en vivo fue ésta la primera).
La escena que más me marcó entonces fue la de la extraña desaparición de las lentejas.
Fernán-Gómez fue un enorme artista, aunque todo el mundo lo recuerda hoy por haber mandado a la mierda a un fan. Lo dicho: qué cosas.
Adela, tendría que puntualizar. Era un escritor bueno -e incluso muy bueno. Lo que pasa es que como actor era un genio, a la altura de los más grandes -incluso a nivel internacional. Y como escritor no tanto.
Nacho, creo que quedarán sus películas, lo del ‘a la mierda’ acabará pasando. Espero.
por favor no tendrás el ebook por amor de diossss
lo necesito para la uni y estoy en…Suecia…!!! ahhh !!!! 🙂