RBA editores, 2008. 90 páginas.
Robo el subtítulo a la entrada de la wikipedia: La casa de Bernarda Alba. Creo que es lo que mejor describe la esencia de esta obra. Contra la opresión del luto impuesto por Bernarda, contra el ambiente asfixiante de una sociedad malévola, la búsqueda de la libertad indivivual, del propio destino, de la voz interna que marca nuestro rumbo.
No es extraño que sea una obra muy representada. Además de ser arte con mayúsculas, es esencialmente teatro. Fuego en escena. Como decía Lorca (copiado también de la wikipedia):
El teatro necesita que los personajes que aparezcan en escena lleven un traje de poesía y al mismo tiempo que se les vean los huesos, la sangre.
Aquí se ve la sangre. Es roja y oscura.
Verla es toda una experiencia. Pero bien interpretada. La aparente facilidad de la puesta en escena provoca que cualquiera se anime a montarla -¿Cuántos grupos amateurs o de instituto lo hacen?- pero muy pocos están a la altura.
Puedes leerlo aquí: La casa de Bernarda Alba
También pueden leer la versión zombie: La casa de Bernarda Alba Zombie
Extracto:[-]
La Poncia: Esas cosas pasan entre personas ya un poco instruidas, que hablan y dicen y mueven la mano… La primera vez que mi marido Evaristo el Colorín vino a mi ventana… ¡Ja, ja, ja!
Amelia: ¿Qué pasó?
La Poncia: Era muy oscuro. Lo vi acercarse y, al llegar, me dijo: «Buenas noches.» «Buenas noches», le dije yo, y nos quedamos callados más de media hora. Me corría el sudor por todo el cuerpo. Entonces Evaristo se acercó, se acercó que se quería meter por los hierros, y dijo con voz muy baja: «¡Ven que te tiente!»
(Ríen todas. Amelia se levanta corriendo y espía por una puerta.)
Amelia: ¡Ay! Creí que llegaba nuestra madre.
Magdalena: ¡Buenas nos hubiera puesto! (Siguen riendo.)
Amelia: Chisst… ¡Que nos va a oír!
La Poncia: Luego se portó bien. En vez de darle por otra cosa, le dio por criar colorines hasta que murió. A vosotras, que sois solteras, os conviene saber de todos modos que el hombre a los quince días de boda deja la cama por la mesa, y luego la mesa por la tabernilla. Y la que no se conforma se pudre llorando en un rincón.
Amelia: Tú te conformaste.
La Poncia: ¡Yo pude con él!
Martirio: ¿Es verdad que le pegaste algunas veces?
La Poncia: Sí, y por poco lo dejo tuerto.
Magdalena: ¡Así debían ser todas las mujeres!
La Poncia: Yo tengo la escuela de tu madre. Un día me dijo no sé qué cosa y le maté todos los colorines con la mano del almirez. (Ríen)
Magdalena: Adela, niña, no te pierdas esto.
Amelia: Adela. (Pausa.)
Magdalena: ¡Voy a ver! (Entra.)
La Poncia: ¡Esa niña está mala!
Martirio: Claro, ¡no duerme apenas!
La Poncia: Pues, ¿qué hace?
Martirio: ¡Yo qué sé lo que hace!
La Poncia: Mejor lo sabrás tú que yo, que duermes pared por medio.
Angustias: La envidia la come.
Amelia: No exageres.
Angustias: Se lo noto en los ojos. Se le está poniendo mirar de loca.
Martirio: No habléis de locos. Aquí es el único sitio donde no se puede pronunciar esta palabra.
5 comentarios
Perdona la invasión
Únete si te apetece a esta iniciativa , y pásalo
EL DIA 13 DE DICIEMBRE ANTONIO MACHADO RECITA Y HABLA EN LA RED
Copia en tu blog el dia 13 de diciembre un poema o un texto de Antonio Machado, o escribe sobre él. ¡Consigamos una jornada machadiana vírica!
Mi obra favorita de Lorca y una de mis obras teatrales preferidas, me sumo a tu recomendación para todos aquellos que no la hayan leído, merece el tiempo invertido en leerla.
Un saludo
Excelente obra! Yo también la reseñé hace un tiempo en mi blog:
http://www.blogdelibros.com/la-casa-de-bernarda-alba-de-federico-garcia-lorca/
Gracias Vivian por el comentario y Mariana por el enlace.
holaaaaaaaaaaaaaa