En la calle Güell de Barcelona, encima de un Lexus, encuentran la cabeza cortada de una mujer. Y el resto del cadáver no tarda en aparecer, arrastrado por un Seat Toledo. Lo han atado con una cuerda al coche mientras éste estaba aparcado, y el cuerpo ha quedado oculto bajo el camión de reparto que tenía detrás. Las primeras investigaciones de los Mossos de Esquadra apuntan a un caso relacionado con las bandas latinas, una prueba macabra o una brutal manera de ajustar cuentas.
El buen hacer de Andreu al servicio de una historia que trata el tema de las mafias chinas en Barcelona. Otra reseña con abundantes extractos: Sociedad negra.
Entretenido.
Nunca me habría chivado de un lugar donde trabajaban unas sesenta personas que habían pagado veinte mil euros para viajar a Europa desde su tierra, y lo hacían duramente sin salir nunca de aquel encierro, comiendo y durmiendo en su mismo puesto de trabajo, en el sucio jergón que tenían a sus pies, con la esperanza de pagar su deuda al Cabeza de Serpiente y librarse al fin y poder prosperar en libertad. Ellos no veían aquella situación como esclavitud sino como una oportunidad para mejorar sus vidas. Si de repente irrumpía la policía…
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