¿Es posible enamorarse de un cómic en unas cuantas páginas? Sí. Es lo que me pasó con este piano oriental. La manera de dibujar me cautivó, la estructura de las páginas me sorprendió, y la ternura de la historia terminó de seducirme. Seducción que llegó hasta el final de este libro donde se mezclan las desventuras del inventor del piano oriental (con distancia de un cuarto de semitono entre las teclas), la integración de la autora en París desde su Beirut natal, y la difícil pero bonito en ocasiones que es integrar dos mundos.
Muy, pero que muy, recomendable.
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