Comunicación y Publicaciones, 1998. 126 páginas.
Una recopilación de relatos de género negro escritos por mujeres. La lista es la siguiente:
Modelados en barro, Alicia Giménez-Bartlett
Casi humanos, Ruth Rendell
Testigo de cargo, Agatha Christie
Lo que trajo el gato, Patricia Highsmith
El asesinato de Santa Claus, P.D. James
El de Alicia me anima a leer alguna novela de Petra Delicado, el de Ruth Rendell me encantó, Patricia Highsmith me confirma su gran talento y el de Agatha Christie y P.D. James son simpáticos. Una buena selección.
Calificación: Bueno.
Un día, un libro (162/365)
Extracto:
Lo más cerca que había estado Garzón de un modelo de alta costura fue el día que lució su traje de Primera Comunión. Mi caso no era muy diferente; claro que, al menos, yo conocía la existencia de pasarelas, diseñadores, colecciones de invierno y hasta había oído hablar de Yves Saint-Laurent. El subinspector, no. Lo de colección le sonaba a sellos, la pasarela a puente y a Saint-Laurent hubiera podido confundirlo con un mártir francés. Puede que fuera debido a ese obvio desconocimiento de la materia por lo que levantó ampollas nuestra designación. Todos los compañeros acusaron al comisario Coronas de injusticia: «¿Por qué ellos y nosotros no?» era la pregunta. Por una vez se morían de ganas de trabajar; en especial los jóvenes, todos unos esnobs que se gastan la pasta en zapatos italianos, y camisas de marca, y para quienes la palabra «diseñador» está muy por encima de cualquier otro quehacer. Supongo que es cosa de épocas, en realidad. En la mía el esnobismo era harapiento, con lo que al menos ahorrábamos y podíamos seguir denostando al Capital. En tiempos del subinspector…, bueno imagino que con tener una buena bufanda para pasar la posguerra ya podía uno sentirse feliz.
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