Editorial Atica, 2002. 262 páginas. Falsos peligros Los que sigan con asiduidad esta bitácora o me conozcan personalmente saben mi postura frente a las mal llamadas medicinas alternativas. Como ya decía en la entrada de John Diamond, L’Escandol de la medicina alternativa creo que ninguna ha demostrado su pretendida eficacia. Pero tampoco soy un apostol de la medicina ¿cómo llamarla? ¿no alternativa? Que cada cual se gaste los cuartos donde quiera y haga de su capa un sayo. Pero hay un tema que me preocupa bastante, y son grupos como Vacunación libre que se oponen a que los niños sean vacunados. Que un adulto haga lo que quiera, pero jugar con la salud de los niños me parece casi un delito. Soy de los que opinan que el progreso científico nos ha dado un mundo mejor. Antes opinaba así todo el mundo, aunque ahora hay gente que reniega de tanto adelanto. Stephen Jay Gould argumentaba que sólo por la reducción de la mortalidad infantil ya merece la pena el desarrollo tecnológico. Los cementerios antiguos están llenos de lápidas; las familias tenían diez o doce hijos de los que sobrevivían tres o cuatro con suerte. Comentaba en Eureka que si hace…