Thule, 2006. 160 páginas. Antología de relatos breves (no pongo la lista por ser demasiado extensa) de Marco Denevi, a la que llego desde una obra en la que Max pone dibujos al cuento El perro de Durero incluído aquí. Un cuento buenísimo, por cierto. Muchos de estos cuentos ofrecen una versión alternativa (o falsificada) de historias que pertenecen a nuestro canon cultural, como la resurrección de Lázaro o la historia de Edipo. Esta estrategia a veces arroja resultados brillantes, pero en general el final se adivina desde el principio y no me han parecido especialmente destacables. Muy graciosos me han parecido los dos en los que sendos espectadores de teatro toman lo que ocurre en el escenario como cosas reales y van a increpar a los actores. También hay muchos cuentos muy buenos (dejo muestras) aunque se ven lastrados por otros tantos que, como he dicho antes, me parecen poco más que mediocres. Pero bueno estar pagar el peaje de leer un cuento mediano si encontramos alguna joya. Bueno. EL ORIGEN DE LA GUERRA Un lugar solitario al pie de los muros de Troya. Entran por distintos lados MENELAO y ELENA. –¡Detente! –¿Quién eres? –¿No me reconoces? –No. Y…
Thule, 2009. 42 páginas. Manual de anatomía sui géneris con textos de la gran Grassa Toro e ilustraciones de José Luis Cano. Los textos con la originalidad propia de la autora, con un enfoque siempre original e incluso poético. ¿Se puede emocionar explicando anatomía? Vive dios que Grassa lo consigue. Y las intenciones están claras desde la primera página, los órganos genitales, que comienza ‘Pene, pene, pene, pene..’. Y sí, es un libro para niños. Las ilustraciones van acorde a los textos, olvídense de las ilustraciones médicas habituales. La anatomía se impregna de la poesía de los textos y el resultado es un manual que encandilará a jóvenes y mayores. En mi caso lo ha conseguido. Muy recomendable. Este cuerpo es humano
Thule ediciones, 2003. 93 páginas. Evocación lírica ¡Que extraña alegría producen los regalos inesperados! Como encontrar un billete por la calle o una sonrisa de quien amamos en secreto. Como cada año se celebró la feria del libro antiguo en Logroño y mi madre me compró este libro pensando que me gustaría… quizá por la palabra pequeño del título, porque para las madres siempre seremos niños. Si son lectores fieles de esta bitácora estarán esperando el habitual resumen que aparece invariablemente (¡cuan rígido soy!) en este segundo párrafo. Pero no va a ser posible, ya que no hay ninguna trama ni hilo conductor en esta ¿novela?, conjunto de evocaciones cuyo mejor resumen es mostrarles un fragmento: María Rosario, tú tenías entonces quince años; llevabas un traje negro y un delantal blanco; tus zapatos eran pequeñitos y nuevos. María Rosario, tú te ponías a coser en el patio, en un patio con un toldo y grandes evónimos en cubas pintadas de verde; el piso era de ladrillos rojos muy limpios. Y aquí, en este patio, tú te sentabas delante de la máquina; a tu lado estaba tu tía con su traje negro y su cara pálida; más lejos, en un ángulo,…