Random House Mondadori, 2010. 222 páginas. Incluye los siguientes cuentos: Irman Mujeres desesperadas En la estepa Pájaros en la boca Perdiendo velocidad Cabezas contra el asfalto Hacia la alegre civilización El cavador La furia de las pestes Sueño de revolución Matar a un perro La medida de las cosas La verdad acerca del futuro La pesada valija de Benavides Conservas Mi hermano Walter Papá Noel duerme en casa Bajo tierra Y, de momento, es el conjunto que más me ha gustado de la autora, todos los relatos muy solventes y algunos excelentes. Uno de mis preferidos Cabezas contra el asfalto del que dejo una muestra. Otras reseñas: Pájaros en la boca, por Samanta Schweblin y PÁJAROS EN LA BOCA, de Samanta Schweblin Si golpeas mucho la cabeza de alguien contra al asfalto —aunque sea para hacerlo entrar en razón—, es probable que termines lastimándolo. Esto es algo que mi madre me explicó desde el principio, el día que golpeé la cabeza de Fredo contra el piso del patio del colegio. Yo no era violento, quiero aclarar esto. Sólo hablaba si era estrictamente necesario, no tenía amigos ni enemigos, y lo único que hacía en los recreos era esperar solo en…
Penguin Random House, 2015. 124 páginas. Primera novela que leo de esta autora que ya me había seducido con sus cuentos. Una conversación fantasmagórica entre dos personas que giran alrededor de sucesos que condujeron a un inevitable desastre, que rompieron la distancia de rescate entre una madre y su hija. Lo mejor la arquitectura de la obra, con esas dos voces dando vueltas en un espacio alucinado, ofreciendo la información justa. Después, el lenguaje, que contribuye al ambiente hipnótico del texto. Por último la historia, la desgracia de una madre ante la enfermedad de un hijo. Muy recomendable. ¿Y entonces? El rodete de Carla se mueve un poco detrás del asiento, como si mirara hacia los lados. ¿Qué más? ¿Qué más pasa en ese mismísimo momento? Cambio el peso de mi cuerpo de una pierna a la otra. ¿Por qué? Porque me alivia, porque últimamente siento que mantenerme en pie implica un gran esfuerzo. Se lo dije una vez a mi marido, y él dijo que quizá estaba un poco deprimida, eso fue antes de que Nina naciera. Ahora el sentimiento es el mismo, pero ya no es lo más importante. Solo estoy un poco cansada, eso me digo, y…
Páginas de espuma, 2015. 124 páginas. Se incluyen los siguientes cuentos: Nada de todo esto Mis padres y mis hijos Pasa siempre en esta casa La respiración cavernaria Cuarenta centímetros cuadrados. Un hombre sin suerte Salir Me ha gustado bastante menos que su otro libro de relatos ‘Pájaros en la boca’, hay menos variedad temática y estilística. Pero cuentos como ‘La respiración cavernaria’ y ‘Un hombre sin suerte’ elevan el nivel del libro. El primero, aunque me resultó un poco largo, dibuja una situación asfixiante. El segundo, que ganó otro premio y se ha colado aquí como de casualidad, es realmente grande. De los que quedan en la memoria. Y quizá lo hice a propósito, así lo sentí en ese momento: los ojos se me llenaron de lágrimas. Entonces él me abrazó, fue un movimiento muy rápido, cruzó sus brazos sobre mi espalda y me apretó tan fuerte que la cara me quedó hundida en su pecho. Después me soltó, sacó su revista y su lápiz, escribió algo en el margen derecho de la tapa, lo arrancó y lo dobló tres veces antes de dármelo. -No lo leas -dijo, se incorporó y me empujó suavemente hacia los cambiadores. Dejé pasar…