Editorial Empuries, 2005. 142 páginas. Crítica irreverente a la cuestión del catalán Muchos amigos han colaborado en estas páginas enviando sus colaboraciones. Mi amigo Mezcal, que es el que me ha pedido esta reseña, ha decidido colaborar de otra manera no menos efectiva: dejándome libros de pocas páginas para que me cueste menos leerlos y pueda llegar con más facilidad al objetivo de un día, un libro. Así se libra de tener que reseñar alguno 🙂 Además de piratear el subtítulo, me gustaría copiar parte de la solapa: Rudolf Ortega […] está hasta las narices de escuchar que el catalán es un problema, de manera que ha decidido dar su opinión[…] Le apasiona la lengua y haría lo que fuera porque se hablara más y se hablara de ella menos. (traducción un tanto libre de un servidor) En un momento en que el estatuto de Cataluña está provocando que numerosos periodistas -por llamarlos de alguna manera- se lancen como fieras a las descalificaciones gratuitas, es un placer escuchar a alguien que quiere a su lengua, le gusta defenderla, pero tiene (más de) dos dedos de frente y es capaz de hacerlo con sentido común y sin tirar de sentimentalismos baratos….