Círculo de lectores 2005. 251 páginas. Difícil de tragar Acababa de reseñar en el antiguo Cuchitril la excelente novela Para amantes y ladrones cuando le concedieron el premio Nadal del 2005. Me alegré, porque el autor me gustaba y pensaba que lo merecía. Claro que todavía no había leído el libro… Acabada la guerra civil dos mujeres son desterradas por los franquistas a una pequeña isla de Cabrera. Allí irá también Buroy, un rojo chantajeado por la policia, para cumplir un encargo no del todo limpio. Un alemán acusado de espía por los nazis completará el cuadro. El responsable de las ranas me gustó, Hotel Astoria no estaba nada mal, Para amantes y ladrones es una pequeña joya, y Un encargo difícil es mala con ganas. El argumento es insustancial y el estilo correcto y gracias. Volviendo a hacer mío el dicho de Arguez sobre si al hablar no has de agradar, mejor callar y teniendo prisa como tengo sólo les diré que mejor gasten su tiempo y su dinero en otro libro. (Un día, un libro 321/365) Escuchando: Una mujer en mi vida. Putumayo Puerto Rico.
Editorial Anagrama, 2000. 213 páginas. El placer de la mirada A Zarraluki lo descubrí, como a tantos otros, gracias a Anagrama. Su novela ‘El responsable de las ranas’ me dejó con ganas de repetir. Así lo hice comprando -en el mercadillo, por supuesto- ‘Hotel Astoria’. Y aunque esta novela no me llegó a fascinar, seguía pensando que era un autor que merecía la pena. No me ha hecho falta insistir mucho; con el tercer libro nos hemos encontrado. La historia comienza bien; En un pueblo pequeño, un editor invita a varios de sus escritores para que celebren su cumpleaños con él. Una vez en la casa les pide, o les reta, un regalo de cumpleaños muy particular; deberán escribir un cuento sobre los malentendidos. Un muchacho del pueblo, convertido por casualidad en cocinero y mayordomo, nos relatará con una voz ya madura lo sucedido durante ese fin de semana. Martin Amis dice en ‘Guerra al cliché’ que la mejor arma del reseñador de libros es la cita. Si tuviera que hacerlo en esta ocasión, copiaría el libro entero. Cada frase invita a la reflexión y al paladeo. Me limitaré a copiar la que da título al libro: Podrías escribirlo tú,…