Odisea, 2004. 250 páginas. Después de haber leído tantas cosas de Álvaro Retana tenía ganas de leer alguna de sus novelas galantes y entre lo poco que se puede encontrar escogí este libro que reúne dos novelita cortas. Las locas de postín nos introduce en la vida de Rafael, que ha recibido una cantidad de dinero importante y que se verá timado por la Duquesa, que tiene ganas de echar mano a esa fortuna. En A sodoma en tren botijo asistimos a la llegada a la capital de un hermoso miembro del tercer sexo de provincias y como se introduce en un mundo que desconoce. El autor en el prólogo afirma estar en contra de este tipo de desviaciones que el retrata solo como advertencia moral, pero queda clarísimo que es todo lo contrario, igual que cuando el Arcipreste de Hita dice que nos cuenta lo malo para que nos acerquemos a lo bueno. Porque lo mejor de estas novelas no son la trama, prácticamente inexistente y en el primer caso incluso con una intención moralizante (como en otras obras de ficción de épocas pasadas quien tiene una conducta que se sale de la norma no puede tener un final…