Salamandra, 2010. 550 páginas. Tit. or. Educazione siberiana. Trad. Juan Manuel Salmerón. La vida de juventud del protagonista en Transnistria, pueblo gobernado por una ley criminal justa pero peculiar y donde recibe una educación siberiana, donde a los 12 años ya puedes estar matando policías y con unos años más yendo de expedición para vengar una afrenta armado de pistolas. El mundo que se retrata aquí combina una dureza extrema, donde por cualquier cosa te puedes liar a navajazos o enfrentarte a la policía porque la detención muchas veces no es una opción, con una vida de fuertes lazos familiares, consignas un poco naifs y camaradería a prueba de bombas. El capítulo sobre la cárcel de menores es aterrador y la venganza por la violación de una muchacha sobrecogedora. Hay película, y es normal porque mientras lo iba leyendo pensaba que sería muy fácil trasladar el texto a imágenes. No es que el estilo sea excelente, pero lo principal del libro es lo que cuenta, no como lo cuenta. Bueno. Aquella cárcel de menores, contra mis expectativas, se parecía muy poco a la prisión rigurosa de la que siempre había oído hablar y para la que me había preparado desde…