Cuando se muere la nevera Un día va la nevera y se muere, en un gesto incomprensible. Ahora es por la mañana, muy temprano, y la familia en pleno -los dos hermanos, los padres, hasta el gato marrón- observa cómo se desliza esa enorme hemorragia de agua color violeta por toda la cocina, o, posada en el mango plateado, esa manada armónica de moscas que a cada poco se mueve, aletea, esperando su turno. Este cuento ha aparecido -y muy bien acompañado- en el libro Parábola de los talentos, por desgracia no muy fácil de encontrar -los habituales problemas de la distribución en este país-, aunque parece que se puede conseguir en la casa del libro. Una familia asiste impotente a la muerte de la nevera, y todavía anonadada deberá acompañarla hasta el lugar de su último reposo. No son los únicos que tienen que dar el triste adios a los objetos queridos. Un agujero en mitad de mi mujer Fragmentos en proceso de revisión ¿Qué hacer si cerca del ombligo de tu mujer aparece un agujero que se dedica a cantar boleros? ¿Si ella ha comprado un muñeco de un niño burundés? Si en el realismo mágico se introducían…
Al poco de empezar mi andadura en internet conocí la bitácora dedicada a los cuentos El taller. En aquel momento era una página muy activa y sus textos tenían una calidad muy buena para tratarse de escritores noveles. De los autores, el que más me gustaba era Matías Candeira -que debe haber quitado todos sus cuentos, porque no los encuentro- y fui siguiendo su trayectoria primero en su isla desierta y ahora en Ni en un millón de años . Recibí algunos de sus cuentos por correo y cada vez me parecían mejores. Siempre he tenido la sensación de que Matías llegará a ser alguien grande. Ahora tengo en mis manos su primer libro, por desgracia todavía inédito. ¡Menudo debut! Doce cuentos -perdonen el exabrupto- acojonantes, bien escritos y con esa original mezcla de lirismo surrealista que sólo Matías es capaz de escribir. Tanto me ha gustado que las próximas entregas del Cuchitril serán un especial en tres partes -las mismas en las que está dividido el libro- dedicadas a descubrir un poco del mucho talento de este joven narrador. Les invito a acompañarme.
Ayer me hicieron un regalo muy especial: una copia del todavía inédito libro de cuentos La soledad de los ventrílocuos del escritor Matías Candeira. A Matías lo leo desde los primeros tiempos del Taller y lo he seguido hasta su nuevo blog Ni en un millón de años. Sus cuentos siempre me han gustado y este verano tuve el placer de conocerle en persona. Tengo muchas ganas de hincarle el diente y, por supuesto, habrá reseña. Esperemos que encuentre editor enseguida, porque es un autor que merece la pena.