En la exploración de planetas se suelen llevar Matabots como guardaespaldas, como protección para posibles peligros. En una de estas misiones se presentará una serie de problemas de las que se podrán escapar gracias a que el Matabot de la expedición, además de narrarnos la aventura en primera persona, ha hackeado su sistema y es inmune a órdenes externas. La obra, en sí, no es nada del otro mundo. Pero está tan bien construida, sin fisuras, con su grado exacto de elementos de ciencia ficción, sin fliparse, que me ha resultado deliciosa. Supongo que el matabot protagonista continuará sus aventuras y yo querré leerlas. Recomendable. Los matabots no tienen permitido viajar con los humanos, así que debía concederme permiso en voz alta. Con el módulo de control roto nada podía detenerme, pero era bastante importante no dejar que nadie, sobre todo la gente que me había contratado, supiera que iba por libre. Era casi igual de importante que evitar la destrucción de mis componentes orgánicos o impedir que me cortaran en pedazos para aprovechar las piezas. Subí a Bharadwaj por la rampa hasta la cabina, donde Overse y Ratthi se afanaban en desenganchar unos asientos para hacer sitio. Se habían…