Anagrama, 2020. 342 páginas. Laura llega al pueblo con la intención de identificar los cadáveres de una fosa en cumplimiento de la memoria histórica, pero hay cicatrices que no han acabado de borrarse y se verá envuelta en un asfixiante drama familiar. Se vende como la tercera parte de las aventuras del peculiar detective Zarco. Y digo peculiar porque nada hay más alejado de los tópicos de la novela negra que este detective. Para empezar, porque no aparece salvo como recuerdo, es su exmujer Laura la protagonista. Y no es ella la que termina resolviendo el caso como en la primera novela de la serie, pero no diré quién. En el relato se mezclan las voces de los muertos, las cartas de Laura y la narradora omnisciente receptora de las cartas y que es la que va hilvanando la historia, añadiendo los datos pertinentes y guiándonos hasta la conclusión. Aunque hay humor y ternura, como es marca de la casa, es una novela más amarga que el resto, acorde con el tema que trata. Me declaro admirador absoluto de Marta Sanz. Otra reseña: pequeñas mujeres rojas. Muy recomendable. Nosotros somos su perro perdido y su abuelo de hojalata, aunque tuvimos…
Vuelvo a las primeras obras de Marta Sanz después de haberme enamorado de las últimas. La novela alterna fragmentos de diario de una antigua ¿pareja? de una mujer que la observa y acosa en su nuevo matrimonio con el encuentro en el presente de acosador y acosada después de que la cosa se haya ido de las manos. Una novela mucho más oscura y con menos humor del que me tenía acostumbrado pero que además de su estructura narrativa aprovecha para liquidar convenciones. Ante un esquema típico ni el acosador es cruel ni la víctima es una víctima, ni los secundarios se limitan a dar soporte a la acción. Marta sabe exprimir jugo de todas las situaciones y no se iba a limitar a plantarnos un esquema maniqueo. Así en el diario del acosador no sólo hay una constancia de la vigilancia, sino recuerdos de cómo se ha llegado a esa situación y apuntes del porqué las cosas tomaran un determinado derrotero. La mujer habla en primera persona del desprecio que le supone alguien que es incapaz de convertirla en víctima aunque le amargue la vida. Otras reseñas: Amor fou y Amor fou Recomendable. —A mí no me da vergüenza…
Anagrama, 2015. 234 páginas. Me ha costado conseguir este libro en la biblioteca, no estoy acostumbrado a leer novedades. Pero quería contrastar opiniones. Excelente retrato de la sociedad enfocado desde el punto de vista de la farándula (faralaes+tarántula). De la vieja gloria moribunda a la estrella en ciernes aupada por el reality show. Escrita con una pirotecnia verbal exquisita, marca de la casa, que me encanta. Tiene páginas que a los amantes del teatro como yo les parecerán gloriosas. Escarnio y ternura a partes iguales sobre un mundillo en el que hay mucha tontería pero también mucha verdad. La multitud de puntos de vista magnifica la obra. Soy un enamorado confeso de Marta Sanz. Lorenzo Lucas cerró la boca, pero siguió observando el hueco intraclavicular, horquilla esternal o Bosforo de Almasy de Natalia de Miguel, que, en una pausa del ensayo, hablaba por teléfono y se reía con esa risa argentina que a Lorenzo le imantaba los oídos y le hacía sonreír tontamente. Como los que bostezan cuando otros lo hacen delante de ellos. Tal vez es que los actores están obligados a ser empáticos y, más allá del carisma físico -Lorenzo mide uno ochenta y cinco, y tiene un…
Anagrama, 2010. 334 páginas. Esta novela quedó, en el premio Herralde, detrás de Providence, de la que ya dije que me pareció muy mala. Lo lógico sería esperar que esta fuera peor, pero es todo lo contrario. Zarco es un detective contratado por un matrimonio para investigar el asesinato de su hija, Cristina Esquivel. Parece que su objetivo es poder quitarle la custodia de su nieta a su yerno, de procedencia árabe. Pero las cosas se complicarán con un enamoramiento y un nuevo asesinato. La novela está estructurada en tres partes con diferentes puntos de vista. Zarco narra la primera, el diario de Luz compone la segunda, y la ex mujer de Zarco, Paula, se hace cargo de la tercera parte y la resolución del caso. El esquema de novela negra se trata correctamente, pero la novela va mucho más allá tanto en sus personajes -originales y muy bien dibujados-, como en su lenguaje -exquisito. Un amante del género no puede verse defraudado y puede encontrar un nuevo punto de vista. Un amante de las buenas novelas la puede leer sin condicionantes de género. Que la pretenciosidad vacua de Providence venciera a las impecables cualidades de este libro me hacen…