Caligrama, 2022. 770 páginas. Lucía sale de la cárcel tras cumplir su condena por haber asesinado a su marido. Fuera le esperan su círculo de incondicionales, con las que sobrevivió mientras estaba encerrada y con las que ha ido montando algunos negocios en el exterior. Tendrá que enfrentarse a una sociedad que le señalará como una asesina, pero habrá algo todavía peor. Su madre, alto cargo en un partido conservador, intentará utilizarla para conseguir más poder en su partido. La novela pendula entre las dos protagonistas, madre e hija, cada una con sus intereses y completamente enfrentadas. Pepa, la madre, verá una oportunidad para postularse como secretaria general de su partido y, quizás, alcanzar la presidencia. Para ello no dudará en utilizar todos los medios a su alcance, una mentalidad sin escrúpulos en la que todo vale para conseguir el poder. Incluso poner entre la espada y la pared a su hija para que le pida perdón en público y quedar bien de cara a la galería. Lucía, por su parte, deberá enfrentarse a la frialdad de su hijo, ya mayor, al que desde pequeño le han inculcado que su madre era una asesina. Ella hará todo lo posible por…
Caligrama, 2021. 420 páginas. En un pueblo de la España profunda han asesinado al perro del Huraño. El tipo más hijo de puta del pueblo. Y le encarga al Cartero, detective aficionado de poca monta, que resuelva el crimen. Se juega mucho. No estamos ante la típica novela de detectives porque desde el principio sabemos quién ha matado al perro, pero el Cartero irá averiguando secretos inconfesables que se articulan alrededor de dos tramas, la que rodea al Huraño y la de un asesino en serie que puede ser -o no- el propio Huraño. Escrita con un lenguaje muy cuidado y llena de sabor local te mantiene en vilo todo el rato y bucea en la psicología de una auténtica mala persona. Está bien. Mujer, trabajo y ahora el pueblo me importan un carajo. La resiliencia me brota por las orejas y la despacho con una patada en sus partes. Almuerzo en mi presencia. Mi mujer ronca hasta que le da la gana. Estoy rompedor. De esos días que el mundo es un balón, y está en tu pie darle una patada y mandarlo a tomar por culo. Se me ocurre de pronto. ¿Por qué no? Aprovecharé el reparto de…