Páginas de espuma, 2013. 134 páginas. Despues de sus dos últimas novelas (El sueño del otro y El asesino hipocondríaco), Juan Jacinto Muñoz Rengel vuelve al cuento. Cuentos breves e hiperbreves de alta calidad. Están divididos en tres secciones; Orbi, Orbe y Extramundi. Se puede decir que cada una tiene una temática conductora y el libro entero intenta escapar de ser una mera agrupación de cuentos. Para puntuar los libros de este estilo tengo mi baremo particular. Cada vez que un cuento me parece lo suficientemente interesante para ser contado doblo la página. El número de dobleces es un buen indicador de la calidad. En este caso los había abundantes. No obstante dejo una muestra al final para que se puedan hacer una idea. Más reseñas: «El libro de los pequeños milagros», de Juan Jacinto Muñoz Rengel y El libro de los pequeños milagros, de Juan Jacinto Muñoz Rengel . Calificación: Muy bueno. Extractos: Spoilers Hacía días que los spoilers sobrevolaban la ciudad. La gente trataba de salir lo menos posible a la calle, y los que no teníamos más remedio que hacerlo nos protegíamos con unos paraguas enormes que vendían en las bocas del metro y en las plazas,…
Plaza y Janés, 2013. 300 páginas. Después de disfrutar con El asesino hipocondríaco recibí con alegría este libro por parte de la editorial. Un cambio de registro, pero no de calidad. Xavier Arteaga es un profesor de instituto que cada noche sueña ser André Bodoc, un director de informativos. André Bodoc es un director de informativos que cada noche sueña ser Xavier Arteaga, un profesor de instituto. Esta es la premisa del libro, en la que los dos protagonistas intentarán averiguar quién es real y quién es el soñado en un mundo que se desmorona. Pero ¿Tiene sentido la pregunta? Una de las mejores bazas del libro es el ambiente de desasosiego que crea, que se hace especialmente crudo cuando algunas de las referencias (la crisis económica, los suicidios) pertenecen a nuestra realidad, aunque estén insertadas en la ficción. Fui siguiendo con placer el desarrollo del libro, cruzando los dedos para que el final no estropeara la excelente contrucción del relato. No lo hace. El cuestionamiento de la realidad lo entronca con Philip K. Dick, en el siglo XXI. Un pedazo de libro. Califiación: Muy bueno. Extracto: —¿O crees que tiene sentido un mundo en el que las agencias de…
Mondadori, 2012. 218 páginas. Quejicas Tercero de los libros que me llegaron por sorpresa y que me gustó mucho. En los dos casos anteriores, sé quien agradecerlo. En éste, no. M.Y. está a punto de morir. Su cuerpo es un nido de enfermedades, y cualquiera de ellas puede llevarle a la tumba en cualqueir momento. Pero antes tiene que cumplir su encargo y asesinar a Eduardo Blaisten. Porque es un hombre de moralidad kantiana. Pero asesinar no es fácil cuando interminables dolencias se cruzan en tu camino. En las primeras veinte páginas ya me había arrancado más de una carcajada. Eso basta para recomendarlo automáticamente. El catálogo de enfermedades y enfermos ilustres es impresionante. Los esfuerzos del protagonista para llevar a cabo su encargo son increíblemente graciosos, a la altura del mejor Eduardo Mendoza. No llega a hacerse pesado porque el autor sabe introducir novedades en la trama. El lenguaje, exquisito. Pero lo mejor es el final, del que extraigo una lectura parcial de entre las muchas que tiene. Muchos escritores son una panda de quejicas profesionales sin remedio. En su página web El asesino hipocondríaco se acumulan los elogios. Para mí bastan dos: es muy divertida y está bien…