Editorial Debate, 1987. 166 páginas. C’est l’amour No recuerdo como llegó este libro a mi biblioteca; ni me sonaba el autor ni me llamaba la atención la portada. A veces tengo la impresión de tener intrusos en la biblioteca, polizones en busca de lectura. El argumento es bastante sencillo. Un profesor español viaja a Burdeos para poder acabar un libro sobre Goya. Allí conoce a una chica francesa con la que entabla relaciones, aunque él está casado. Descubrirá que hay otras maneras de vivir la vida, más francas, y se debatirá entre la Escila del matrimonio y el Caribdis de la infidelidad. No hay mucha originalidad en la trama, más allá del retrato de los españoles de la época, celosos y poco europeos, y del descubrimiento de una nueva manerade vivir. Pero está bien escrita, suena sincera, hay escenas tiernas y tristes, y un final que no por imaginable deja de conmover. Me solidarizo con algunas reflexiones del protagonista. Sobre los coches: ¿querría venir él a su apartamento a tomar ese café? Monleón aceptó encantado. «Vous avez une voiture?», preguntó la muchacha. No, no, él odiaba los automóviles; era una de las servidumbres de la vida moderna que no estaba…